El Mariana x Rivers - Aliados Reales

Al fin correspondido

Una vez que se recuperaron de la impresión, el libro fue el primero en romper el silencio.

- ¡AAAAAAAAAAH! ¡¡Díganme que ustedes también lo escucharon!! - exclamó bastante emocionado, jaloneando a Mario.

- Sisisi ¡ya suéltame! - dijo Mario zafándose del agarre. 

- Awww qué lindo. Entonces... ¿soy algo como un cupido o algo así? - preguntó ilusionado Kirby.

- SOMOS. - aclaró Mario.

Rivers seguía con la miraba baja y la cara colorada. Sus 3 acompañantes no tardaron en notarlo.

- Oye, niña. ¿Te das cuenta de lo bueno que es que AL FIN... enserio lo digo... que AL FIN hayas aceptado lo que sientes por Osvaldo? - dijo Mario abrazándola por los hombros.

- ¡SIIII! YA HABIAMOS PENSADO EN AVENTARTE A LOS TIBURONES SI NO DECÍAS LO OBVIO.

- ¡¿QUÉ?! - exclamó Kirby.

- El libro viejo sólo bromeaba - carraspea - ya nos estábamos quedando sin ideas para hacerte hablar, Rivers. Nos ahorraste mucho trabajo.

- ¿Rivers? - preguntó tímidamente Kirby acercándose.

Samantha al fin levantó el rostro terminando de asimilar su confesión. Después de lo que llevaba sólo un tiempo sintiendo, no le quedaba duda ya. Había terminado enamorada de Osvaldo. Y es que desde que él se le declarara, el pulso se le aceleraba por el simple hecho de tenerlo cerca. Torpes sentimientos.

- Bien. Ya lo dije... - suspiró - Y no quiero que a él le vayan a decir nada ¿entendieron?

- ¡Claro que no! De eso te encargarás tú. - declaró Mario.

- Eso aún no lo decido. - dijo Rivers.

- A ver... no no no no... pudiste decirlo una vez. ¿Qué te impide volverlo a hacer?

- En primera, es mi mejor amigo... Y.... no estoy del todo segura, pero creo que a él ya le gusta alguien más. - dijo triste.

- ¿QUÉ? ¡¿PERO QUIÉN?! - cuestionó el libro.

- Con quien les había dicho que él jugaría este videojuego. Se llama Andy... Los he visto. Él está muy agusto con ella... Incluso la invitó a salir una vez. 

El libro y Kirby se voltearon a ver preocupados, mientras que Mario prefirió indagar. 

Frente a ellos, Mario materializó una pantalla en la cual se miraba al Mariana siendo golpeado y estando bastante agitado en cada mini juego que pasó contra Rosalina, Yoshi y Donkey Kong.

- A ver.... ¿Se ha arriesgado por ella durante horas dentro de un videojuego que odia?

- Pues no, per...

Luego apareció la imagen de Osvaldo, sosteniendo entre sus brazos a una sonrojada Samantha que escuchaba bastante sorprendida su confesión de amor. 

- ¿Le abrió su corazón como lo hizo contigo aquella vez?

- N-no creo. - susurró Rivers.

Y por último se miró al Mariana con una mirada suplicante, caminando tras ella como con miedo de ver partir a lo más valioso para él justamente antes de esa misma confesión.

- ¿La mira de la misma forma que a tí? 

La imagen se congeló. De verdad que la expresión del Mariana aún le causaba escalofríos. Nunca lo había visto tan seguro de algo. Sin embargo las circunstancias, ni su corazón en aquella ocasión le permitían aceptar así sin más dar un paso adelante en su relación con él.