One shots / #Andrely - #Marceban.

Sorpresa inesperada, cumpleaños especial.

Era 12 de Mayo, eran las 23:55 de un viernes. Solo faltaban 5 minutos para que empezara el día 13. Un día demasiado especial.

Aracely llevaba un buen rato pendiente del móvil esperando que llegara la hora justa para hacer lo que tanto deseaba hacer: felicitar a su mapacho, a la persona que tanto quería.

Llegó la hora, abrió la conversación de WhatsApp que tenía con Andrés y fue directa a ponerle un mensaje corto pero directo:

"Llámame rápidamente cuando veas este mensaje, por favor."

Le dejó ese mensaje y a los dos minutos Andrés la llamó, provocando que una sonrisa enorme se dibujara en la cara de Aracely.

- Aracely: "¿Sí?"

- Andrés: "¿Ara? Hola mi preciosa... ¿Qué pasa? Acabo de ver tu mensaje y me asusté mucho."

- Aracely: "Hola... perdóname, no quería asustarte, solo quería decirte algo."

- Andrés: "¿Qué... qué pasa?"

- Aracely: "¡¡¡Feliz cumpleaños, mi corazón!!!"

- Andrés: "Ay Ara... gracias, muchísimas gracias."

- Aracely: "Estaba deseando que llegara el momento para felicitarte."

- Andrés: "¿Sabes? Eres la primera persona que me ha felicitado... siempre destacando por algo bonito, siempre siendo tú."

- Aracely: "Me moría de ganas de felicitarte..."

- Andrés: "Y yo me muero de ganas de verte, pero ya sé que no va a poder ser..."

- Aracely: "Sabes que me encantaría ir a la fiesta pero no puedo..."

- Andrés: "Yo sé, sé que no estás en la ciudad y lo entiendo de verdad."

- Aracely: "Bueno... pero espero que sí nos podamos ver pronto."

- Andrés: "Ojalá que sí... ojalá."

- Aracely: "Te mando un beso fuerte... te quiero muchísimo."

- Andrés: "Yo también te quiero y te mando otro beso."

Ambos se despidieron y acabaron con la llamada. Hace días que ambos habían hablado por mensaje y Andrés le había dicho que iba a hacer una fiesta para celebrar su cumpleaños, Andrés le había expresado su deseo de que ella fuera, pero Aracely no estaba en la ciudad, por lo que le dijo que lamentablemente no iba a poder asistir. Pero la realidad era otra.

Era verdad que Aracely no estaba en la ciudad, pero aún así sí iba a ir al cumpleaños, pero tenía que hacerle creer a él que no para así poder sorprenderlo.

A la mañana siguiente, Aracely se levantó muy temprano, desayunó algo y a los pocos minutos llegó Leo.

- Leo: "Buenos días, hermana."

- Aracely: "Buenos días, hermano..."

- Leo: "¿Estás bien?"

- Aracely: "Estoy muy nerviosa Leo..."

- Leo: "Ara, va a ser un día muy lindo, tranquila."

- Aracely: "Me muero de ganas de verlo."

- Leo: "Y él a ti... ¿lo llamaste ayer?"

- Aracely: "Sí, se alegró mucho de mi llamada pero también estaba triste... lo conozco perfectamente."

- Leo: "Es que te quiere ver y piensa que no va a ser posible... Andrés es un tierno."

- Aracely: "Lo es... ojalá me perdone la mentira."

- Leo: "En cuanto te vea te perdonará."

Aracely escuchó esa última frase y solo pudo sonreír. Deseaba que ya llegara el momento.