Su obsesión por mí se había vuelto enfermiza.
Las fotografías ya no eran suficientes para satisfacerse y para ese punto ya había comenzado a seguirme.
Empecé a escuchar sus pasos en la calle yendo tras de mí, lo sentía acercarse a oler mi perfume.
Pero no era suficiente... Sus manos no habían tocado mi cuerpo; no había más delito que una posible admiración, una que se encontraba a milímetros de mi piel.
Espero que ahora me crean, ya que sus manos hicieron más que solo acariciar mi tez.
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Cadáveres
Nouvelles"Y sin darme cuenta había escrito pequeños cuentos de como fue volver a existir". -Carta.