Interrogatorio

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Aquel cadáver que habían estado buscando por semanas se encontraba divagando frente a ellos, los hombres perplejos ante lo que estaba sucediendo preguntaron a la difunta como estaba ahí, parada frente a ellos hablando, como si de un vivo se tratase. La mujer confundida responde a los hombres "este es mi derecho de nacimiento".

Los hombres aún más extrañados vuelven a preguntar a la mujer cómo después de lo ocurrido podía encontrarse de pie frente a ellos, a lo que la mujer vuelve a responder "es mi derecho de nacimiento".

Los hombres siguen sin comprender a lo que pueda referirse la mujer y deciden preguntar a qué se refiere cuando dice que es su derecho de nacimiento, a lo que la mujer responde "este es el único derecho que ningún hombre jamás me va a arrebatar, el derecho a ser usada y desechada, viva o muerta".

Los hombres se intrigan ante dicha respuesta y hacen una tercera pregunta en la cual, le cuestionan a la mujer si se encuentra realmente viva, a lo que la mujer responde "esa es mi obligación como mujer".

Los hombres confundidos vuelven a cuestionarle a la mujer a qué se refiere cuando dice que es su obligación como mujer, a lo que la mujer responde ya harta de sus preguntas "mi deber como mujer es resistir la presión, aún cuando sienta que me estoy rompiendo e incluso cuando sepa que estoy completamente rota".

Los hombres quiénes por primera vez muestran algo de empatía le dicen a la mujer que eso no parece justo, a lo que la mujer contesta con resignación "no se trata de justicia, se trata de lo que exigen de mi".

Los hombres por última vez antes del juicio le preguntan a la mujer que es aquello que exigen de ella, a lo que la mujer contesta "andar con un cuerpo prestado y un alma rota".

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