CAPÍTULO TRES

16 3 1
                                    


Diez minutos después Gloria llegaba ala casa de los Anthon. Era pequeña con un gran patio pero estaba un poco descuidada. Gloría cruzó el patio y tocó la puerta. Luego de un momento le abrió el que parecía ser el papá de Jerry. Un tipo alto, delgado y calvo con un pronunciado bigote. Bastante desaliñado en general. Se apoyó en el marco de la puerta y la miró con los ojos entrecerrados.

- Quién es usted y qué quiere - le espetó
- Soy Gloria Ballard, la mamá de Bryan, compañero de Jerry. Vengo a hablarle de... - Gloria suspendió su discurso al ver cómo el hombre entraba en la casa sin prestarle atención ni tampoco contestarle nada.

Segundos después, el hombre de bigote salió al encuentro de Gloria con una escopeta en sus manos.Apuntando a la mujer. Gloria quedó helada y casi cae al intentar bajar la pequeña escalera para llegar al patio de la casa.


- Qué mierda le pasa usted está loco - le dijo casi susurrando Gloria

- Escúcheme bien ¡no quiero tener nada que ver con su hijo demonio! - le espetó el hombre - y si usted está tan maldita como su crío, le sugiero que no vuelva más o la llenaré de plomo.

- Cómo se atreve enfermo de m..

-Largo - terminó de decir el hombre, subiendo la escopeta a la altura del rostro de Gloria.


La mujer avanzó lentamente caminando hacia atrás y mostrando sus palmas a la altura de su cabeza. Ese hombre, sea el padre u otro pariente de Jerry, estaba loco, y lo veía perfectamente capaz de volarle los sesos en ese mismo instante.

A Gloria se le hizo eterno volver a cruzar el patio de los Anthon caminando hacia atrás. Hasta que finalmente tropezó con su camioneta y torpemente pudo abrir la puerta, sin dejar de mirar al hombre que si bien ya había bajado su arma, la miraba fijamente sin moverse de la puerta de su casa.

Habiendo manejado unos 300 metros,Gloria tuvo que detener su vehículo en la berma debido a su estado de shock. Sus manos tiritaban y sentía leves náuseas. Todavía no podía creer que la habían amenazado con un arma de fuego. Consideró ir con el alguacil de Hinggleston a denunciar a este hombre, pero primero tenía que ir a ver a Bryan. Mañana a primera hora iría a denunciar al demente de la escopeta.

Como pudo, Gloria llegó a su casa y estacionó la camioneta. Cuando abrió la puerta llamó a su hijo pero no recibió respuesta. Al llegar a su habitación, su corazón nuevamente le dió un vuelco al darse cuenta que su hijo no estaba.¿Cuántas cosas malas podrían sucederle en un día?

El ventanal al lado de la cama estaba semi abierto, y Gloria supo exactamente lo que estaba pasando.Fijándose bien en el límite del bosque, pudo ver a Bryan corriendo entre los árboles. Gloria salió por el ventanal y cruzó el patio trasero de la casa a paso firme. Al verla, Bryan se detuvo en seco,dijo unas palabras hacia el bosque, y caminó con cara preocupada hacia su madre.


- Mamá perdón, lo sé, no tenía que levantarme de la cama.

- Corazón, estás desobedeciendo las órdenes médicas! - le dijo su mamá, más preocupada que enojada - tu quisiste esta operación, ahora para que resulte bien tienes que hacer cama. No quiero llevarte de vuelta a Farwood en una emergencia.

- Lo sé, lo sé, perdón! - dijo Bryan realmente arrepentido - es que la tentación de salir a jugar fue demasiada.

- A jugar con... ¿Henry? - dijo Gloria, aún más preocupada

- Pues... si - dijo Bryan resignado - estuvimos jugando a las escondidas! Aunque cada vez que sentía que lo iba a atrapar, en realidad no estaba allí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 13, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Peor de los EnjambresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora