Capítulo 03: Corre el tiempo.

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-No sabrá como regresar. -dijo Verónica a David.

-Lo sé porque quizás ella no podrá volver mañana.

Era cierto lo que decía David, ya que existió un jugador que no sobrevivió solo en el laberinto.

-Iré por ella.

Verónica y David voltea a ver a Aarón, quien acababa de decirles eso.

-No estás loco, es más seguro quedarnos claro que es más prudente que yo lo hiciera, pero la prioridad es esperar mañana. -dijo Verónica.

No tocaron más del tema cuando dijo David.

-No volvió Gilberto ni Camila.

-El Dado atrapo a él y Mambí a Camila y la novata no la veo, acaso no lo soporto y fue atrapada. -dijo Nancy.

Verónica rueda los ojos al ignorarla, David hace lo mismo ignorar su comentario, solo piden que ella sigue con vida.

La realidad de donde estaban solo existían teorías porque en realidad no lo sabían, aunque una sola cosa es verdad, están en una casa grande que es un laberinto.

Annabelle miro por unos momentos el cuatro que había traído Aarón que le muestra una joven muy bonita de cabello recogido elegante con vestido y de esa imagen ve su dije que lleva en su vestido.

-¿Quién eres? -pregunto ella de repente.

Volteando a la cabeza de decapitada del payaso que mato Verónica, escuchaba aún el sonido del reloj.

Deja el cuatro a un lado, entra al armario rápido a la pared donde estaba intentando abrir la esquina de esa pared.

No tardo mucho hasta que pudo abrirlo encontrar un retrato pegado de una agradable payasita.

Annabelle lo quita viéndolo detrás que tuviera algo importante, pero no lo hubo busca en la pared de la madera, se encontró con un hueco no muy grande que solo entraban dos dedos de ella.

Los metió para checar si algo se escondía o sentía con los dedos, pensó por un momento creer en que sentiría algo gelatinoso o peor, pero nada de eso.

De alguna forma, mientras seguía moviendo sus dedos y hacían que entraran más al hueco, sintió un tipo de tela, quizás papel o lo que sea jalándolo hacia ella para sacarlo rápido.

Una vez logrado quiso verlo en ese mismo momento, pero sabía muy bien que su tiempo estaba acabado y debía irse para volver con los demás.

Quedarse sola en ese lugar no era nada apropiado, bueno para ella, todavía no porque deseaba investigar de este curioso juego en esta mansión porque estaba decida que es una mansión.

Salió deprisa del armario y del cuarto yéndose caminando todo el pasillo que ya anteriormente había corrido, espera no encontrarse con otro villano que, aunque le encanta ese tipo de villano.

De quienes sean ellos en una vida real quizás fueron sacados de un manicomio o cárcel, nombrándolos con absurdos sobre nombres.

Con lo que sí se encuentra es con cuerpos desagradables que ignora y corre conteniendo por un rato, el aire por el olor es en el momento que escucha pasos.

Siente la delicia de su miedo cuando sabe que está detrás de ella se oculta esperando algún otro ruido espera por un momento.

Y solo decide correr hacia una dirección que no sabe a dónde va sigue corriendo cuando está por tropezar siente que alguien la sujeta abrazándola.

Su respiración está agitada, cerraba como puño su mano izquierda ocultando la tela que saco del armario, hubiera querido guardarla en su bolsillo del pantalón.

Pero quizás el sujeto hubiera estado metiendo su mano para solo revisar que lleva.

-Solo escucha.

Al escuchar aquella voz gentil y no desagradable intenta voltear a ver a esa persona.

-No dije que escucharas, solo continua y da la vuelta a la izquierda, volverás a ver a tus amigos, vete, ahora nos veremos pronto.

Termino diciendo eso, el sujeto que no pudo voltear a mirar, pero sintió los labios que besaron su cuello, eso la confundió y saco de onda, a lo que el individuo la soltó y ella solo corrió.

-¡Corre, corre, corre!

Escucha Annabelle que le gritan, ella solo obedece y ve principalmente a Aarón, está por llegar con ellos cuando da una mirada atrás de ella, nunca imagino que tres payasos vinieran a ella.

Creyó que no llegarían y en el último momento David y Verónica la agarraron cada uno de la mano a Annabella.

Fue tan fuerte aquel impulso que aterrizo sobre Aarón, quien solo termino abrazándola.

-¿Estás bien?

Annabelle solo asintió con la cabeza sonriendo brevemente puede que la voz del desconocido que la beso es similar al de Aarón o solo lo confunde porque su adrenalina la hace pensar esa locura.

-¿Por qué volviste? -pregunto Verónica.

-Fue porque halle esto.

Mostró abriendo el puño de su mano, ellos vieron esa tela vieja, arrugada, Verónica fue quien la tomo y abrió.

-No se entiende lo que está escrito.

-Veo que obtuvieron el retrato.

Se escuchó decir el llamado Enzo.

Annabella solo oculto arrugando de nuevo la tela.

En el juego de EnzoWhere stories live. Discover now