un jungkook de diez años corría tras su amigo gritando su nombre.
jimin no se detenía caminaba rápido con su cabeza agachada, sus manos sostenían las correas de su mochila con fuerza y daba zancadas.
jungkook logró alcanzarlo, respiró agitado tratando de seguirle el paso a su amigo porque este no paraba de caminar rápido. cuando llegaron al jardín de la escuela, jimin cayó al piso junto a su mochila.
jungkook se alertó cuando lo escuchó sollozar y apretar el pasto con fuerza hasta arrancarlo.
- ¡h-hyung! ¿que pasó? - acarició su espalda.
jimin giró su rostro. sus ojos estaban rojos, su nariz igual y sus labios tenían sangre por las mordidas de sus dientes.
- mis papás.. mis papás se divorciaran, jungkook.. mi mamá vió las cosas que me has dado, las cartas, todas las cartas las ha leído. me ha dado una paliza y va a divorciarse de mi papá para no estar cerca de mi. dijo que.. e-ella dijo que yo soy un enfermo.
- hyung..
- no sé que pasará jungkook, no sé que será de mi vida de ahora en adelante. ¿pero sabes que? - tomó las manos de su menor.- no te dejaré, no me alejaré de tí jungkookie.
jungkook asintió sintiendo las lágrimas inundar sus ojos, abrazó a jimin para que este no le vea llorar. luego, el mayor por dos años besó su mejilla, luego sus labios y le sonrió.
era lo que ellos hacían. se daban besos en las mejillas y piquitos en sus labios, ellos se querían mucho, ambos se gustaban mucho. no tenían más de seis meses de llevar esa rutina, cuando jungkook le había confesado a jimin que sentía mariposas en el estómago cuando estaba con él y lo veía sonreír. jimin le dijo que también sentía las mariposas en su estómago cuando estaba cerca, así que ellos lo interpretaron como un gusto.
sabían perfectamente lo que era ser novios, pero no querían serlo, aún estaban muy pequeños para eso.
el timbre sonó y se pusieron de pie para ir a sus clases.
- es mi último día de clases en esta escuela, al ser dos años mayor que tu ya tengo que tener estudios superiores. te visitaré en tu casa en vacaciones jungkookie.
jungkook asintió con una sonrisa, se despidió con su mano y corrió a su salón de clases.
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- ¡te dije que te mantuvieras alejado de ese chiquillo!
jimin nuevamente cayó al suelo por la cachetada que su madre le dió, rápidamente se recompuso para colocarse frente a su madre de nuevo. la mujer no paró de golpear su mejilla, incluso jalo su cabello con rudeza. el niño de doce años no podía hacer más que soltar lágrimas en silencio, quería que todo acabará pronto.
