intercambio [Vegetty]

IV

Días, habían pasado unos tres días desde que Quackity había llegado a las instalaciones de Karma. Haciéndose amigo de muchos ahí, después de todo, ser amigo de todo mundo era su don.

En especial se había amistado con Luzu, pues compartían varias cosas en común - además de que ambos eran omegas -, como el gusto a los animales, aunque Luzu prefería los cerdos y Quackity a los patos.

La relación entre Vegetta y Quackity había mejorado también, eran polos opuestos. Vegetta era tranquilo, estricto y perfeccionista, mientras que Quackity era lo contrario, era explosivo y divertido.

Todo estaba bien...

Hasta que Rubius decidió que era hora de despertar de su "hibernación" en la cual se mantenía al margen, no queriendo "rebajarse" a pelear con el nuevo, pues para él solo era un becado que había entrado por mera suerte.

(. . .)

>Rubius:

Habían pasado tres días, tres días desde que llegó el nuevo y que había aguantado sus celos, pero vamos, él no era caracterizado por ser alguien paciente ni por ser alguien que se callara las cosas.

Sus ojos verdes estaban perdidos en algún punto del cuaderno donde escribía.

Sus pensamientos estaban en otro lado. Todos notaban que no estaba siendo el típico chico burlón de siempre, sino que era más serio, algo muy raro en él. No quería perder a Vegetta, todo menos eso. Pero para su desgracia lo estaba perdiendo, y con alguien que no era nada a su lado, un chico con suerte, que no tenía una clase social aclamada, ni era tan atractivo.

Su ceño se frunció con molestia, el lápiz que estaba mordiendo se rompió por fin por la fuerza que aplicó.

Estaba enfadado, si, eso era obvio. Antes que el dichoso Alex Quackity llegará el estaba en la gloria con su amado alfa. Miro con rabia su cuaderno, quería destrozarlo, mejor dicho: quería destrozar todo a su paso, pero vamos, no era un maldito animal salvaje.

Por más que amara a Vegetta no se daría el lujo de perder la cabeza por él, tenía que actuar con inteligencia y sigilo.

Suspiro dejando salir sus frustraciones - quizás era mejor dejar las cosas por la paz...- pensó.

Sus manos golpearon su pupitre, llamando la atención de los que estaban a su alrededor ya que sus garras hacían ruido.

El profesor le dio una mirada de reproche, pero no sé dio cuenta, o si lo hizo solo lo ignoro.

Los minutos pasaron. La campana sonó, alertando que las clases habían terminado.

Una sonrisa normal de él apareció en su rostro. Antes de que saliera del aula una mano se apoyó en su hombro.

— ¿A dónde vas?— preguntó Auron.

— Voy a hablar con Samu. Cosas de pareja.— sonrió apartando la mano de Auron.

— Bueno, te espero para almorzar.

El no respondió, solo asintió, y siguió su camino a dónde sabía que Vegetta estaba.

Efectivamente, estaba con sus amigos...y con el nuevo.

— Hola chicos.— saludó amablemente, todos lo miraron con rareza, no era normal de el hablar amablemente, bueno, no fue normal desde que sus celos empezaron.

— Oh, Rubius.— dijo vegetta sonriendo por ver a su pareja ahí.

Todos respondieron con un "hola" tratando de ignorar la duda que se estaba instalando en todos, menos en Quackity, quién no tenía ni idea de lo que pasaba.