CELOS

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Kiyomi

Había pasado un tiempo desde que elegí echar todo por la ventana y tener una relación secreta con Izana, teníamos citas románticas en su departamento y otras veces salíamos de la ciudad en busca de lugares lindos que pudiéramos conocer juntos, era complicado mantenerlo oculto pero valía la pena, absolutamente toda la pena del mundo tener momentos divertidos con personas especiales que aumentaba la felicidad. Antes de Kurokawa sentía como todas mis ex parejas estaban indispuestas románticamente, nunca creí estar completamente enamorada o querida estando con hombres que no daban ni el cincuenta por ciento en una relación

Un viernes por la noche la tensión en dos grupos se hizo presente; la toman contra tenjiku, dos pandillas desintegradas por el paso del tiempo, solo quedaban los más cercanos y uno que otro líder, en mi caso Manjiro sano y en lugar de tenjiku nada más y nada menos que Izana kurokawa

—Vaya suerte ¿no?—susurro para nosotros—, dos pandillas en el mismo lugar

—¿Los invitaste tú?—me miro fijamente—, como ahora sales con él líder de ahí

—Deja de bromear—soltó Baji—, debe ser un acosador, ¿verdad, Kiyomi?

—Dejen de hablar todos—hablé cansada—, no salgo con nadie e Izana no es un acosador, somos amigos

—Yo le creo—me apoyo Draken—, esa chica parece estar muy enamorada de él

—¿Que chica?—cruce miradas con Izana que ya me estaba viendo desde hace un rato, una pelinegra de cabello largo y con fleco no se le despegaba de encima—, debe ser su novia

—Eso me tranquiliza—finalizo la conversación

Estaba inquieta por lo que mis ojos veían, sabía que Izana no podía hacer un teatro alejándola de él porque eso provocaría que todos hablaran, sin embargo no podía evitar sentirme molesta, busque oportunidades para verlo y recalcar que no estaba de acuerdo con la actitud que había elegido aquella tarde, mucho menos que lo restregara en mi cara

—¡Y fue entonces que lo patee y salió volando!—gritó Mikey—, ¿verdad, Takemichi? diles que tú también estuviste ahí

—Si, Mikey acabo con todos—le siguió el juego—, Kiyomi ¿estás bien? puedo sentir tu pierna temblando

—¿Eh? si, si—contesté sin interés—, creo que debo ir al baño, esperen un poco y que nadie toque mi comida

Cerré la puerta del tocador mientras buscaba el contacto de Izana, reí al solo imaginar cuales serían sus disculpas por aquella imagen visual, odiaba admitirlo pero una parte de mi estaba completamente celosa de esa chica, ser ella sería tan fácil, abrazar a Izana delante de todos, hacer chistes con sus amigos y recargarse en su hombro sin cuidar quien puede estar viéndolos o no, me parecía algo extraño que me eligiera a mi antes que a esa mujer, era obvió que al moreno le gustaba sufrir, sobre pensé la situación creando mil escenarios de lo que podía pasar, pero ninguno me detuvo en absoluto

Kiyomi
¿Quieres alejarte de ella? estoy segura de que no es difícil

Sabía como seducir a Izana para tenerlo a mi alcance, busqué las fotos de aquella lencería que había comprado y las envié sin repercusión; como si no corriera el riesgo de que alguien sujetará su celular y me viera en distintas posiciones

ECLIPSE  | IZANA KUROKAWA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora