Capítulo 17

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"UNA PEQUEÑA PARTE DE TI Y DE MI"

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"UNA PEQUEÑA PARTE DE TI Y DE MI"

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¿Que es el amor?

Es una pregunta complicada de responder, tanto que durante años la humanidad y cada ser vivo que a pisado la tierra se ha planteado el amor a su manera. Jamás habrá suficientes palabras para describir este concepto y he aquí el problema, el amor es un sentimiento, una emoción y nunca trates de plantear con palabras lo que debes sentir con el alma. 

—¿No lo recuerdas? ¿Nada de lo que paso?—Cuestionó el muchacho.

—Todo es borroso, a penas si recuerdo algo de su aroma—Sollozo Yongbok despacio—No entiendo que paso, Minho.

—La señora Jiyu esta extrañamente calmada, pensé que te haría daño.

—¿Lo viste? ¿A él? ¿Como era?—Necesitaba algo, aunque fuera una mínima pista.

—No, lo siento mucho. No pude volver aquí hasta que lo sacaron. Pero las chicas dijeron que alcanzaron a divisar un enorme lobo negro y gris, demasiado grande. Tuvieron que sedarlo para sacarlo del lugar, ¿Estas realmente seguro que estás bien? ¿No te hizo daño?

—No, creo que su ausencia es lo que más me esta lastimando, penas si puedo recodar, ya te lo dije—El enorme nudo que sentía en su garganta lo estaba asfixiando. Su piel estaba tan helada que parecía palidecer a cada segundo un poco más.

—Quedaste inconsciente luego de que lo llevaran, estabas demasiado descontrolado, tu omega tomo control de ti. Pero logre esconder esto antes de que te llevaran a revisar, no querías soltarlo—Minho se había escabullido hasta llegar al inconsciente cuerpo de Yongbok tratando de visualizar su estado, estaba completamente desnudo aferrado a una una cadena que parecía querer fundir en su cuerpo, su rostro mojado de lágrimas le confirmaron que nada estaría bien de aquí en adelante.

—¿El que?—Las delgadas y pequeñas manos de Minho, guardaban entre ellas una delgada y larga cadena de plata, colgando de esta se encontraba un anillo, parecía como si fueran dos, dos delgados aros uno más claro que el otro de un material brillante y pulcro. Era realmente precioso.

La tomó con manos temblorosas, buscando consuelo en aquel objetivo desconocido, pero cálido. Una sutil y desgastada nota de café regreso a su cuerpo. Intentó limpiar su rostro con la yema de sus dedos, por lo que el frío material del anillo dio en su mejilla.

Había encontrado a su pareja. A su alfa, todo aquello que solo eran cuentos baratos para algunos, para él era una realidad, una que desapareció tan pronto como la obtuvo, la vida no dejaba de ser irremediablemente cruel con él. Ya nada podía hacer, no recordaba su nombre, ni rostro, ni nada. Solo las sobras de un aroma familiar, un cadena ajena y el anhelo haciendo hincapié en su corazón.  

IMPOSTOR || 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora