Harry dormía plácidamente sobre Louis, ambos estaban envueltos en las sábanas mojadas por el sudor y los fluidos de ambos chicos.
El teléfono del menor no dejaba de vibrar desde hace un buen rato, pero estaba muy cansado como para levantarse y contestar. Louis decidió tomarlo par apagarlo, alzando las cejas al ver los mensajes y las llamadas.
—Omega. —lo llamó con voz ronca—Tienes muchos mensajes, debes contestar. —le murmuró, desconectando el teléfono del cargador para poder usarlo con tranquilidad.
El ojiverde hizo un sonidito de disgusto antes de tomar el celular y revisar sus mensajes—Mierda. —murmuró, levantándose al instante de la cama.
—¿Qué sucede?—preguntó el ojiazul, poniéndose de pie al igual que Harry—¿Quién te escribió? ¿Por qué te pones así?
Harry lo miró con ojos bien abiertos, haciendo una mueca antes de hablar—Olvidé que mi padre viene esta semana a la ciudad a verme, le dije que le respondería para darle indicaciones.
El ojiazul sintió como todo el aire se escapaba de sus pulmones, nunca había sentido algo así, pero conocer al padre de Harry era algo distinto, no quería salir con una oreja a la mitad o algo por el estilo—¿Cuándo te dijo que vendría?
—El lunes. —murmuró el rizado, comenzando a buscar sus prendas.
—Hoy es miércoles, Harry. —respondió el mayor, mirando hacia el calendario—Nuestra rutina duró cuatro días, quizás porque fue tu primer celo.
Los labios hinchados del rizado se abrieron por la sorpresa, corriendo hasta el baño para darse una ducha rápida, su cuerpo lleno de chupetones y mordidas.
Sus mejillas se tornaron rojas al darse cuenta que tenía un leve dolor en la parte trasera baja, gimiendo suavemente cuando pasó la esponja por esa zona, alertando al alfa ojiazul.
—¿Todo bien?—preguntó Louis, entrando a la ducha con el rizado.
Harry se intentó cubrir con sus manos al instante, soltando un chillido por la vergüenza que sentía—¡Espera!—gritó, dando un paso hacia atrás—¡Estoy desnudo!
Louis rió bajo por las mejillas sonrojadas del ojiverde, negando varias veces—Hey pequeño. —dijo en un tono levemente burlón—No es algo que no he visto antes, me gusta mucho tu cuerpo, omega.
—Pero ahora me da vergüenza que me veas. —susurró con un tono apenado, sus mejillas tornandose aún más rojas, si eso era posible—Yo no soy así, eso me da mucha vergüenza, alfa.
—¿Ah sí?—preguntó el ojiazul, tratando de poner más nervioso al ojiverde—Eso no decías hace unos días, no te daba vergüenza que te vea o decirme tantas cosas sucias, hace poco lo único que podía escuchar era tu voz gastada, tus mejillas rojas, tus ojitos brillosos por las lágrimas, mientras repetías "alfa, por favor no pares" —repitió las palabras del ojiverde días antes, cuando el calor del celo lo cegaba y solo quería tener a su alfa arremetiendo contra él.
Las palabras de Louis causaron un efecto en el menor, su miembro que antes descansaba sobre su abdomen, ahora estaba endurecido y rojo.
No sabía que unas simples palabras podían excitarlo, quizás era más por el efecto después del celo, días en los que aún tenía ciertos síntomas y períodos pequeños de calor, aún podía lubricar a chorros para recibir a su alfa en su interior.
Louis sonrió satisfecho al ver lo que había causado en su omega, empujando al mismo contra los azulejos del baño para tenerlo más cerca y tener todo el control de la situación—Dices que te da vergüenza, pero en realidad te excita que te repita todas las cosas que dijiste cuando estabas en celo, porque aunque te quieras hacer el inocente, te encanta que te trate y te haga lo que yo quiera.
El ojiverde juntó sus piernas para esconder su erección, su lobo interior aullando contento al tener a su alfa encima de él, empujandolo contra el azulejo y marcandolo con su aroma a excitación. Su pecho subiendo y bajando, su cuerpo poniéndose caliente al instante mientras sentía como el ojiazul recorría desde su cabello hasta sus clavículas con la mirada, esos ojos azules penetrandolo en lo más profundo.
—Mi omega. —susurró Louis, tomando el miembro del omega en su mano—Solo mío, completamente mío y nadie más que yo lo puede tocar. —murmuró, mordiendo suavemente la oreja del rizado—Vas a llevar a mis cachorros, te voy a embarazar para poder cuidarte y mantenerte a salvo, cuidando de nuestros cachorros.
—Sí, alfa. —respondió el ojiverde—Quiero a tus cachorros, que me llenes de tus hijos y tener una manada contigo. —susurró, su lobo interior hablando por él.
La mano del castaño comenzó a trabajar rápidamente abajo, logrando que el rizado eyaculara en su mano y manchara el abdomen de los dos.
—Mío. —susurró el ojiazul al ver los ojos verdes cerrarse por cansancio, su mano apretando la cintura del menor para evitar que se cayera al piso—Mi omega.
—Mi alfa. —respondió débilmente el ojiverde.
—Te voy a llenar de cachorros. —susurró el alfa—Y vas a ser la mami de nuestra manada.

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Secret Alpha || larry stylinson
FanfictionHarry solo quería adoptar a un cachorro cuando se independizó, no se imaginó lo que pasaría luego de adoptar. • larry au. • omegaverse/cambiaformas. • humor y más humor.