Tu misterioso alguien. (Rivari/Rivama)

Se acabó.

-Entonces... ¿Estamos casadas? -preguntó ella mirándome a los ojos. - Se supone que estaba con Ama, ¿Qué pasó? Por favor no me digas que la engañé o algo así.

Hice una mueca al escucharla decir eso último, suspiré y me levanté de la camilla.

- Sam, si... Si engañaste a Ama conmigo por casi medio año, al final ella lo aceptó y estamos bien todos, ahora ella está saliendo con Filis.

-¿Está con Filis? Que mierda... -mumuró aquello último frunciendo el ceño.- Pero yo la amo, ella es el amor de mi vida, n-no entiendo.

-Amo... Sam, lo siento mucho, de verdad. Las cosas entre nosotras surgieron y ya, Ama está feliz con Filis, se supone... nosotras éramos felices juntas. Yo igual aceptaré la decisión que tomes, ¿Si? -un nudo se instaló en mi garganta al decir aquello.

Era obvio que no quería dejarla ir, sin embargo sabía que ella no me amaba como yo a ella, prefería verla feliz sin mi a verla infeliz conmigo.

-Ari, neta... Lo siento, pero no quiero... no puedo estar contigo, no te amo.

Asentí sin decir más, salí de la habitación y fui directo a la cafetería del hospital, donde encontré a Ama y Filis en una mesa, parecían estar discutiendo por lo cual decidí darles su espacio y no acercarme. Pedí un café y salí del lugar tras obtener mi pedido y salí del hospital en dirección al parque que tenía al frente. Muchas personas iban a ese lugar suponía yo para respirar un poco de aire fresco y tratar de relajarse, después de todo la experiencia de estar en el hospital no era para nada linda.
Agradecía que ese día no hubiera mucha gente, apenas tres o cuatro personas. Me senté en una de las bancas de ahí, me dediqué a pensar en lo que había pasado con la persona que hace menos de dos meses me había jurado jamás dejar de amarme y además se había casado conmigo. ¿Era todo esto karma por lo que hicimos?
Quizá nos lo merecíamos, pero quien de alguna u otra manera la situación también afectaba a Ama.

Ama's POV.

-Filis... Neta perdón, pero yo no puedo seguir así, estos... estos días con Samy así, tratándome como antes y mirándome de esa forma me tienen demasiado confundida.

-Entonces, ¿Se acabó? -preguntó él, por fin parecía entender tras un rato discutiendo.

No sabía que era lo que había pasado exactamente cuando dejé a mi hermana y a Samy solas, sin embargo tenía la seguridad de que aquello no iba a acabar bien para Ari.

-Lo siento mucho. -dije antes de levantarme, tomar mis cosas e ir en dirección a la habitación donde estaba Samy.

Toqué la puerta y entré tras escuchar "pase", al entrar me di cuenta que Samantha estaba sola, cosa que agradecía de cierta forma, pues tendría la oportunidad de hablar con ella.

-Hey. -susurró la menor mientras me miraba con una sonrisa ladeada y por lo que pude identificar, algo triste.

-Hey. -repetí acercándome a ella para sentarme a su lado, subiendo una de mis manos a su mejilla para acariciarla.- Supongo que Ari te contó algunas cosas, ¿cierto?

-Lo siento... amor, perdón. No sé que me pasó ese tiempo pero y-yo te amo, te amo muchísimo, perdón por haber sido una estúpida, perdón por... -no siguió hablando tras haber escuchado que una pequeña risita escapaba de mis labios.- No te rías.

-Lo siento, es que me parece gracioso que te disculpes por algo que nisiquiera recuerdas.

-Fui una estúpida.

-Si, lo fuiste.

-Y ahora estoy casada y tú estás con Filis.

-Si y no.