Estaba amaneciendo de a poco mientras sentía las fría sábanas cubrir mi cuerpo por completo, el silencio era el protagonista en esta habitación convirtiendola más pacífica de lo que ya era. Esa dulce felicidad duro solo 3 segundos hasta que por mi puerta aparecieron mis padres junto a mi hermano cantando a todo pulmón el "Felíz Cumpleaños" , aplausos descordinados y con pijamas puestos caminaron a hacia mi cama mientras intentaba despertarme por completo para que mi cara de muerta (como tenía matutinamente) cambiará a una sonrisa cerrada, aún conservaba mis ojos achinados mientras tallaba uno con las yemas de mis dedos.
— Vamos cariño, pide tus deseos - dijo amablemente mi madre con el pastel entre sus manos -
— Bien, veamos... - junté mis manos como si estuviera rezando para decir en mi cabeza aquellos pedidos para acto seguido soplar las velas en forma de "18" apagandolas por completo -
— Feliz cumpleaños pequeña - dijo Matt mientras me abrazaba, apesar de ser mi hermanastro, nos queríamos como si fuéramos de sangre -
— Gracias, jirafa - rió ante mi comentario para que luego mi padrastro sacar de sus espaldas una caja bastante grande con un gran moño negro -
— Ten, espero te guste - me sonrió mientras miraba a mi madre para luego ambos mírame -
— Que será? - reí para quitar con cuidado el moño y abrír la caja, mi cara de asombro y emoción era notoria, tomé entre mis manos una camiseta con el logo de "Black Sabbath" en morado, mi segundo color favorito -
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— Te gusta cariño? - habló mi madre en busca de una respuesta -
— Me encanta mamá! - me acerque a abrazar a los tres - gracias, gracias, gracias!
— Puedes usarlo si quieres hoy - dijo mi padrastro mientras se alejaba de mi abrazo con una sonrisa en su rostro -
— Claro que lo haré - la emoción aún estaba en mi rostro y en mi voz, los tres rieron -
— Bien muchachos, dejemosla que se cambie mientras me ayudan a preparar el desayuno - dijo mi madre mientras se llevaba con ella el pastel y cerraba la puerta a sus espaldas sin mirarme para darme algo de privacidad -
Era una niña pequeña, lo puedo admitir, deje tendida la camiseta sobre la cama mientras iba hacia mi ventana a apartar las cortinas para que entrase un poco de luz ya que aún no salía sol por completo. Fui hacia el baño para hacer mis necesidades para que al terminar cepillara mis dientes y limpiarlos con abundante agua, me di una ducha algo rápida para salir del baño e ir a prepararme. Me coloqué ropa interior negra junto a un sostén del mismo color, me coloqué la camiseta que al ser unos talles más grandes me quedaba algo grande, junto a eso unos jeans azules y unas botas negras.
