Me Convertí En El Villano De Una Fantasía Romántica (Por Corregir)

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Capítulo 24: Padre ingenuo (4)

Joachim, que desapareció con el carruaje vacío, no tardó en aparecer de nuevo ante nosotros.

En su segunda visita, a diferencia de la primera, no estaba relajado, sino que tenía la cara enrojecida. Y sostenía en una mano un trozo de maná que fácilmente podría hacer volar por los aires el castillo de los Kraus. Pero en cuanto vio a Elena a mi lado, volvió a su comportamiento anterior, como si nada hubiera pasado.

Sin embargo, el concentrado de maná en su mano no desapareció.

Al ver que Joachim no era capaz de enfadarse delante de Elena, mi padre se rió con humor y dijo.

"Como era de esperar, eres un gran mago. Es realmente asombroso ir y venir entre Merohim y Sarham en tan poco tiempo".

Joachim también gritó fuertemente a mi padre, como si al final no pudiera soportarlo.

"¡Arthur! ¿Cómo se atreve un payaso como tú a burlarse de mí?".

"¿Quién es el payaso? ¿Y por qué te enfadas con una persona sincera? ¿Es culpa mía que vinieras de repente y desaparecieras con el carruaje?"

Como su hijo, era una visión muy difícil ver a mi padre burlarse de su amigo de toda la vida. Sinceramente, mi atención estaba más centrada en el momento en que Joachim lanzaba ese trozo de maná a mi padre que en sus palabras.

Sin embargo, era poco probable que mi padre muriera de un impacto directo con esa cosa, pero quién sabía si no caería sobre el castillo que teníamos detrás por error de Joachim.

A pesar de que el duque Joachim era un mago excelente, era natural que me preocupara si tenía algo así delante de mis ojos.

Parecía que a las partes implicadas no les preocupaba en absoluto. Parecía que ambos confiaban en sus habilidades, pero desde el punto de vista de alguien que estaba a su lado, me sentí inquieto.

Así que, en silencio, puse la mano en la empuñadura de la espada que colgaba de mi cintura, preparado para abatirlo en cualquier momento, y esperé a que lanzara aquella bomba de maná contra mi padre.

Pero, afortunadamente, no ocurrió.

Como viejo amigo de mi padre, el propio Joachim debía saber muy bien que no sería capaz de herir a mi padre con una cosa así.

Si realmente hubiera querido hacerlo, habría vertido magia de alto nivel nada más llegar aquí, pero ese enorme trozo de maná sólo bastó para demostrar que estaba así de enfadado.

Joachim acabó renunciando a continuar la conversación con mi padre tras dispersar el trozo de maná acumulado en su mano.

De hecho, la aparición de Joachim no era sino una declaración de derrota, pero mi padre volvió la cabeza y me miró con cara de haber ganado, y yo no pude decirle nada.

Este tipo de apariencia paterna no me era desconocida, y era la misma que la de mi padre habitual, pero delante de mí estaba el propio Joachim, así que no estaba en condiciones de sonreír y seguirle el juego como hacía habitualmente, teniendo en cuenta que era él quien había sido derrotado por mi padre.

Joachim suspiró y nos miró a Elena y a mí, luego levantó la mano para acariciarme el hombro y dijo: "Ah... ¿entonces qué pasa con el equipaje? ¿Debo traerlo de vuelta?".

Continuó.

"Estoy seguro. Los sirvientes... los que estaban antes en el carruaje eran Haley y Ken, así que ya no los necesitaré. A menos que los niños que están frente a mí sean los sirvientes que disfrazaste mediante magia inversa".