Me Convertí En El Villano De Una Fantasía Romántica (Por Corregir)

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Capítulo 43: Interludio

La oscuridad era total.

Las tinieblas que emanaban de las profundidades del abismo me arrastraban hacia un vacío insondable que se extendía hasta la eternidad.

Por más que giraba la cabeza, buscando desesperadamente un atisbo de luz que disipara las tinieblas, lo único que iluminaba aquel espacio desolador era mi propia presencia.

Las estrellas que normalmente adornaban el cielo no aparecían por ninguna parte, y la luna, que bañaba la noche con su suave resplandor, no existía en este reino.

Incapaz de pensar en una forma de resistirme a la oscuridad, no tuve más remedio que dejarme consumir obedientemente por sus profundidades.

Sin embargo, para mi sorpresa, este lugar desolado que esperaba desprovisto de todo me reveló descubrimientos inesperados.

Las estrellas se deshicieron en polvo al tocarlas, acompañadas de un torrente de recuerdos que inundaron mi ser, permitiéndome discernir su verdadera naturaleza.

Eran fragmentos de mi pasado.

Más concretamente, eran los tiempos que desaparecieron cuando retrocedí, existiendo para siempre únicamente en mis recuerdos. Al darme cuenta de esto, empecé a comprender la naturaleza de la oscuridad que me atrapaba.

Volví a mirar hacia abajo, y lo que había allí ya no era un vacío infinito.

[■■■■■■. ■■■■■?]

[■■. ■■■■■!]

Mis ojos y mis oídos estaban tan confusos que no entendía nada. Aunque las líneas temporales estaban mezcladas, sin duda se trataba de mi propia memoria.

Sin embargo, a diferencia de los objetos pegados a la pared, se trataba de recuerdos que sólo podían describirse como momentos dolorosos para mí.

En efecto. Esta oscuridad opresiva que me atrapaba me arrastraba a recuerdos anteriores a mi regresión.

Empecé a comprender por qué, en mis sueños, los recuerdos del pasado sólo retrataban escenas desprovistas de felicidad. Esta maldita divinidad de este maldito dios extranjero seguía persiguiéndome aunque su dueño estuviera muerto.

En el pasado, no habría sido consciente de lo que ocurría en mi mente inconsciente. Sin embargo, por alguna razón, incluso dentro del reino del inconsciente, mantenía una clara conciencia. Fue esta toma de conciencia la que me impulsó a mover frenéticamente mi cuerpo, buscando un escape de la oscuridad que me invadía.

Aunque era cierto que los remordimientos del pasado alimentaban mi motivación actual, eso no significaba que me sometiera voluntariamente a una cámara de tortura que sólo desvelaba desesperación.

En mi estado inconsciente, habría sido ajeno a este calvario, pero ahora que estaba consciente, tenía que encontrar la manera de resistirme a este aprieto.

Sin embargo, por más rápido que intentara pensar, el método no acudía a mi mente.

Si este misterioso fenómeno estuviera causado simplemente por el poder de un dios extranjero, no habría necesidad de preocuparse por él en primer lugar. Sólo tenía que aplastarlo con fuerza y despertar del sueño.

Miré mi cuerpo que era lo único que aún emitía luz dentro de este reino de oscuridad. Incluso cuando intenté desgarrar la oscuridad con mi mano que emitía luz blanca brillante, la oscuridad que me sujetaba permaneció inquebrantable.

Estaba equivocado. Nada funcionaba.

El poder divino del dios extranjero ya había sofocado cualquier resistencia, pero la causa de este aprieto residía en los remordimientos y apegos del pasado a los que aún no había renunciado. A menos que los liberara, no podría escapar de esta oscuridad.