Capítulo 1

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El sol empezaba a hacer su presencia en ese pequeño vecindario, parecía ser el lugar más alegre del planeta tierra, tan lleno de vida y de gente con ganas de vivirla

Un joven cartero se arreglaba para empezar su día, desperezándose de su asombroso sueño, despertando con todas las ganas de empezar a trabajar en lo que más le gustaba: transmitir el mensaje de los demás al mundo por medio de cartas

El sabía bien que ya existían otros medios para repartir palabras, versos y comunicados, pero le parecía una forma dulce y especial hacerlo por una carta... incluso si era un recibo de luz, le encantaba repartir todo lo que se cruzara por su camino y ver las distintas facetas que mostraban sus vecinos al recibir el correo de esa mañana

El no era un hombre muy atractivo, pero tampoco era alguien que se considerara feo. Su pelo rojizo adornaba su cabeza, se veía suave y bien peinado siempre. Este joven pasaba su mano por la parte de atrás de su cabeza para acomodar los pequeños rebeldes pelos que querían escapar. Sus manos eran grandes,
y el también, era de complexión media. Su suave uniforme de tela cubría su cuerpo, amaba su camiseta blanca con ese cuello polo color azul. Ató su corbata de colores delicadamente, procurando que quedara perfecta

Sonrió al verse al espejo, orgulloso de él mismo, sus pantalones azules resaltaban ese día, estaban recién planchados y lavados, sus zapatos de cuero igualmente estaban recién boleados, nada podía arruinar su estado de hoy

Bajo las escaleras, con su típica sonrisa suave, este hombre sin duda no sabía cuando dejar de sonreír y soñar. La vida era un regalo que agradecía todo el tiempo, no entendía bien como funcionaba, pero el era feliz por estar ahí

Camino por el pasillo de su casa, dirigiéndose a la estación de entrega, estaba llena de cartas las cuales estaban esperando a ser repartidas, se asomaban suavemente por el orificio por el que se recogían

Vio varios sobres, que agarró suavemente con sus fuertes manos

Parece que hoy será un día agradable— sonrió, su visión del mundo siempre era una bastante positiva, lo cual era algo que lo caracterizaba

Eddie, que buen cartero era el, tan comprometido

Salió con las cartas en mano luego de recogerlas del lugar habitual, como siempre había varias. El había convencido a todo el vecindario de mandar mensajes por cartas en lugar de por internet. Era una forma de mantener a la comunidad conectada de una forma más tierna

—Veamos quien tiene correo hoy— sonrió pasando las cartas una por una, se detuvo en una que lo hizo sonreír bastante. La letra era juguetona, y la decoración estaba llena de color.

—Parece que Julie se pondrá feliz hoy, sus hermanas decidieron enviarle algo— rio para si mismo, amaba ver la sonrisa de su vecina cada vez que recibía una carta de sus seres queridos. Aunque siendo sinceros, esa no era la única sonrisa que nuestro cartero amaba, realmente le gustaban todas las del vecindario

Metió las cartas en su bolso luego de haberlas revisado y haber marcado su ruta para empezar el día

Eddie decidió que la carta de Julie sería la primera que entregaría. Empezó a caminar en dirección a casa de la chica, apreciando los pequeños detalles del vecindario, desde ese piso amarillo que se le hacía tan curioso hasta los pequeños juegos que inventaban los vecinos y coloreaban con gises en el suelo. Salto felizmente el avioncito que el día anterior habían dibujado con ayuda de Poppy, riendo al recordar los lindos recuerdos que había guardado

Siguió avanzando hacia la casa de su amiga, pensando en lo lindo que era el día hoy. Paso en frente de la tienda de Howdy, el vendedor local. Howdy era bastante alto, sus cuatro manos se movían al compás de una música mientras acomodaba los productos que vendería ese día a sus vecinos, movía alegremente la cabeza mientras lo hacía. Usaba un pequeño sombrero rojo y tenía antenas de colores, era básicamente una oruga verde muy grande

Beautiful Dreamer (Frank x Eddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora