Uno

1K 76 7
                                    

Boruto

6 am

Una hora a la que odiaba despertar, siempre pensé que debería ser ilegal hacer que la gente se despertara a esa hora.

-Boruto, el desayuno está listo!.- mamá gritó desde abajo.

Miré una vez más mi reflejo y suspiré.

No era extraño tener marcas en mi rostro, es más... Tenia una gran cicatriz en uno de mis ojos. Sin embargo el rojizo casi morado de mi mejilla derecha, me hizo fruncir el ceño.

Habían pasado 2 semanas desde aquella noche en la que Sarada me dejó tendido en el piso de una cachetada.

Por culpa de Inojin.

No podia creer que Sarada le haya creido semejante cosa a ese idiota.

"Acostarse"

Con tan solo pensarlo sentí la sangre calentar mi rostro. Aunque sabia muy poco de que se trataba.

Me dio escalosfrios , sacudí mi cabeza un par de veces y fui a mi habitación a vestirme.

El tema que habian tocado, me generaba sonrojos y mucho nerviocismo.

Sabia bien que la gente de mi edad hablaba y hacia cosas...

Pero yo, pasé toda mi adolescencia entrenando, alejado de todos ellos y viendo unicamente a mi sensei Sasuke; con el claramente no aprenderia nada aparte de pelear.

Habia encontrado una cuestión más por la cual no encajaba en mi aldea.

Cuando bajé a desayunar, solo estaba mamá esperandome para que yo no lo hiciera solo.

Sabia que papá y Himawari preferian pasar un domingo en cama hasta tarde.

Yo tenia misión y veria a Sarada.

Daba miedo.

-Es una buena oportunidad para que te disculpes con Sarada-chan.- dijo mamá.

-Mamá! Te dije que fueron inventos de Inojin.- hice un puchero.

-Está bien.- sonrío amablemente.- Entonces aclara la situación.

Si queria hablar con ella y decirle, pero con su temperamento (heredado de tia Sakura) era dificil hacerlo.

-No se...

-Es Sarada-chan, todo estará bien.

El tono cálido de mamá me tranquilizó. Tenia razón, Sarada era mi amiga y compañera.

Pude desayunar bien y salí de casa. Iba bien con el tiempo, y aun asi me apresuré. No queria hacer enojar más a Sarada.

En la entrada de la aldea, divisé dos figuras que me esperaban.

Mitsuki se puso a mi lado.

-Llegaste temprano.

-Si.- reí nervioso y miré a Sarada que me veia de reojo.

-Hola.- dijo por fin sin mirarme.

-Hola Sarada...

-En marcha, si llegamos temprano mejor.- comenzó andar.- Debemos entregar este paquete y escoltar a un civil hasta la aldea de la niebla.

Sarada era la capitán de nuestro equipo por lo que se le informó cada detalle de la misión.

-Mitsuki por favor ve adelante hasta el rio.

Mi compañero asintió y apuró el paso para ir delante.

Silencio un poco incómodo que estaba por romper hasta que ella me interrumpió.

-Lo siento.- dijo dejándome perplejo.

-¿Eh?.

-Por lo del golpe.- suspiró.- Shikadai y Mitsuki después me dijeron que fue una broma de Inojin, del cual ya me encargué por cierto.

Un peso de encima se me habia quitado y pude comportarme como siempre.

-¡No puedo creer que le hayas creído! Pero te perdono, porque cualquiera quisiera que el mismísimo Boruto Uzumaki, quiera hacer eso...

Puso los ojos en blanco.

-Claro.- dijo con sarcasmo.- El mismísimo Boruto Uzumaki que se sonroja con la palabra 'pechos'.

-¡Oye!.- grité intentando ocultar mi rostro sonrojado.

Sarada rió muy fuerte y apresuró el paso.

Casi siempre yo me burlaba de ella, pero había ocasiones en las que ella lo hacia de mi, y me sentía derrotado. 

Aun así decidí no seguirle el juego, no seguir peleando y me concentre en la misión. Era la primera que tenia solo con ellos, sin otros ninjas, solo el equipo 7.

Otra vez después de años.

Se sentía la nostalgia al verlos. Ambos habían crecido al igual que yo, Mitsuki parecía mas humano, con mas emociones que mostrar; hasta lo vi fruncir el ceño un par de veces.

Sarada claramente era mas madura, su sharingan era muy poderoso, y su papel de capitán estaba mucho mas desarrollado, era perfecto. Ella a comparación de nosotros, no creció mucho en cuanto altura, quedo mas baja, y su cabello le llegaba a la cintura.

Cuando me reencontré con ella hacia unos meses, lo primero que me llamo la atención fue su cabello, le pregunte si no le molestaba a la hora de pelear; minutos después me demostró que no.

-¿Otra vez pensando?.-pregunto Sarada, sacandome de mis pensamientos.

-Perdon.-rei.- Solo me di cuenta de que es nuestra primera mision como equipo 7.

-Lo se.- sus ojos me transmitieron nostalgia.- Ansié este momento durante años.

Sabia eso perfectamente, sabia que ella lo deseaba tanto como yo. Cuando me fui de la aldea, Sarada y Sumire fueron las únicas que sabían la verdad detrás del poder de Ada. Solo ellas sabían o se podían hacer una idea de mi dolor.

Es por eso que las palabras de Sarada me parecieron sinceras, ella también había sufrido con todo esto, ella hasta incluso me salvo, pidiéndole a Sasuke que me llevara lejos.

Tenia una deuda con ella, y creo que la vida no me alcanzaría para saldarla.

-Entonces debemos tener éxito.-dije entusiasmado 

-Para ello debes hacerme caso y no actuar por tu cuenta.- advirtio.

Puse los ojos en blanco.

Segundos después nos detuvimos al lado del rio con Mitsuki.

-Aquí debería estar la persona que recibirá el paquete.-dijo Sarada mirando a sus costado.

-Esta en el árbol.- nos aviso Mitsuki con su serpiente en la mano.

Con mi compañera miramos hacia arriba, y pudimos ver unas piernas desnudas colgando, se trataba obviamente de una mujer, que no dudo en mirarnos.

-Atrápame.- dijo luego de lanzarse sobre mi.

Por suerte mis reflejos eran algo de lo que estaba orgulloso y puse atraparla entre mis brazos. Esta mujer se abrazo a  mi cuello y pego su nariz a mi mandibula.

-Hueles rico.- susurro.

De inmediato senti que se bajo bruscamente, o mejor decir que Sarada la bajo tomándola del brazo.

-¿Que hacer?.-le grito enojada.

-No te sobrepases.-dijo Sarada con el tono mas serio que la escuche hablar.


Shy - BoruSaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora