Ocho

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Boruto 

"Dormí muy bien" fue lo primero que pensé al despertarme. 

Abrí mis ojos para encontrarme con la luz del sol apuntando a mi rostro. Cerré los ojos por inercia y me senté en la cama. Mire a mi lado para buscar a Sarada, pero a mi lado no estaba.

-Hey, pensé que seguirías durmiendo.- Su voz llegó desde justamente al lado de la ventana.

Ella estaba parada allí, mirándome. Ya vestía su ropa y parecía tener el cabello peinado.

Me puse de pie y me paré frente ella. 

-¿Ya te ibas?.- pregunté.

Asintió, guardando su teléfono celeular en el bolsillo. - Namida ya está en la aldea. 

-¿Te ibas sin despedirte?.- pregunté.

-No quería despertarte.- su mirada se dirigió a la ventana.

Sarada no me miraba a los ojos.

-¿Sigues enojada por esto?.- suavemente toqué la marca de su cuello con mi dedo.

Se alejó rápidamente de mi toque y aclaró su garganta.

-No.- por fin me miró. Sus mejillas tenían un leve rosado, que contrarrestaba con su pálida piel.

 Por efecto me sonrojé también. El silencio de unos segundos fueron suficiente para ponerme aun más nervioso,  por lo que yo rompí el contacto visual.

-Quédate a desayunar por lo menos. No debe haber nadie en casa.

-Tengo cosas que hacer.- la escuché responder.

La miré con el ceño fruncido.- ¿Qué cosas?

Su color natural  regreso a su piel y me sonrió.- Bañarme en mi casa, lavar mis dientes, estudiar...

-Puedes bañarte aquí, tenemos cepillos de dientes nuevos, y si quieres puedes estudiar de los libros que tiene papá en su oficina.

Sarada rio.- Si quieres puedes invitarme otro día a desayunar. Ya sin estar escondidos, descansados y solo disfrutando. ¿Quieres?

Lo dudé unos segundos, hasta que razoné de que seria lo mejor.-Bien, pero debes aceptar la próxima vez.

Sarada puso las manos en su cintura y alzó una de sus cejas.

-Miren que tenemos aquí, un Boruto que no quiere que me vaya.- soltó una risa burlesca.- Y pensar que cuando éramos niños, te fastidiaba que venga.

-Aish, vete entonces!.- grité.-  Y la próxima

Sus dedos chocaron en mi frente haciéndome callar.

-La próxima vez vamos a desayunar juntos y te voy a ganar 100 veces en ese videojuego.

-Ni lo pienses.

Nego con la cabeza.- Nos vemos más tarde.

-¿Más tarde?

-Supongo que vas al cumpleaños de Tsubaki.

Frunci el seño.- ¿Es hoy? Recuerdo que me invito hace unas semanas, pero no me dijo siquiera el horario.

-Lo dijo en nuestro grupo.- mostró su celular.- Pense que Mitsuki te dijo.

-No...

-Es a las 13, pero nos encontramos a las 12 en la estacion de trenes para ir juntos.

-La tierra del hierro no es lejos, podemos ir corriendo.

-Es una fiesta Boruto.- dijo amablemente.- No podemos llegar sucios o sudados.

Shy - BoruSaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora