cap2

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Aquel día era uno que presagiaba un desastre para su vida, como si una nube negra de desgracias se hubiera posado sobre él, incluso sus queridas mascotas se alejaban discretamente cuando pasaba cerca de ellas.

Les sonrió entre burlón y sarcástico mientras tomaba su taza de café que como no, se derramó sobre su camisa recién planchada manchando su chaleco también en el proceso. Juró en voz alta empezando a quitarse la ropa de forma tan rápida que su rodilla impactó contra el cajón inferior de la encimera dejándole un dolor palpitante en dicho lugar a la par que escuchaba un sonido inusual como si bibi se riera de él desde su lugar fuera de la casa.

Pero eso no era lo peor, sinó la constante melodía que le indicaba una nueva llamada y no se necesitaba ser un genio para deducir que era su padre de muy malhumor porque era día de oficina, el único a la semana que tenía y aún no había llegado.

Jumpol volvió a bostezar con la boca tan amplia como pudo, el no dormir le estaba pasando factura y después de su mala suerte nada más al despertar lo único que quería era volver a dormir.

En ese momento una cosa flotadora llegó hasta él y solo pudo sonreírle en agradecimiento a su pequeña bibi que le había traído una camisa limpia de su armario lanzándola para que él la sujetara, más no fué la única, mimi traía a cuestas una camisa interior mientras y su chaleco.

-Gracias chicos.-dijo empezando a colocarse la ropa limpia, al menos hasta que un olor a quemado inundó sus fosas nasales.

Se golpeó la frente dejándose caer de espalda a la cama y antes de querer gritar a todo pulmón se enderezó a sacar su carbón quemado de la tostadora.

Definitivamente ese día se había levantado con el pie izquierdo.

Con un suspiro de resignación tomó una barra energética y una botella de agua mientras con rapidez le ponía la comida a sus mascotas y se dirigía a la puerta, sólo para que sus pies se enredaran con su chaleco que había tirado antes al suelo.

Más no cayó como esperaba pues algo lo detuvo antes, Mimi movió la cabeza mientras soltaba un gritito justo cuando taotao se lanzó contra el mayor para empezar a lamer su cara con gusto, sin duda era la mascota de gun que más afecto le tenía desde que la había ayudado a curarse de sus heridas.

Off se sonrojó cuando encontró al menor de ojos miel parado en el umbral de la puerta con una expresión de sorpresa al ver todo el desastre que era el lugar, lo vió fruncir los labios antes de meterse completamente para cerrar la puerta tras de sí y dejar a taotao jugando con Bibi y mimi fuera. Gun abrió varias alacenas y sacó unas cuantas cosas sin decir palabra alguna.

Pero casi de inmediato el lugar dejó de oler a quemado para ser sustituido por un aroma que hizo al estómago de off rugir sonoramente. Cuando terminó su labor, gun le sonrió alejando a sus mascotas de él.

-Hora del desayuno. -Dijo llevándolo a la mesa, donde un suculento plato se encontraba y mientras off comía saboreando cada bocado, gun revoloteaba acomodando todo.

Porque le debía el favor que le estaba haciendo y nunca pensó que alguien de esa edad tuviera tantos problemas un lunes por la mañana, sonrió sin quererlo mientras tomaba una corbata para jumpol.

El mayor mirón de reojo la figura moviéndose como sí aquel lugar le perteneciera y su pecho se sintió cálido por un segundo, después recordó que era jodidamente tarde y tenía que apresurarse.

-Tengo que irme- habló levantando el plato de la mesa- más tarde te buscaré.

Gun frunció el ceño, y él que pensaba que podrían pasar más tiempo juntos, después de todo había prometido enseñarle a besar.

El adolescente no fué capaz de reaccionar cuando una mano elevó su barbilla para que lo mirara a los ojos, sus mejillas se tiñeron carmín antes de sentir como era besado con gran habilidad que incluso sus piernas temblaron provocando que su cadera fuera atraída para poder ser sostenido.

Era más intenso que el del día anterior, pero no lo suficiente como para dejarlo satisfecho pues off lo dejó ir en el mejor momento, más sólo bastó con ver la sonrisa del mayor como para que aquello dejara de importar.

-Te compensaré por lo de hoy.

Salió de la casa sólo para caer de lleno en la tierra cuando bibi se movió por jugar con taotao, gun se tragó su risa solo hasta que off estuvo lejos de su vista intentando recuperar la poca dignidad que le quedaba, porque podía ser uno de los empresarios más fuertes y serios de la región, pero cuando amanecía con el pie izquierdo era todo un espectáculo digno de admirarse.

Y tal vez, sólo tal vez, estaba empezando a enamorarse de él.

Y tal vez, sólo tal vez, estaba empezando a enamorarse de él

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Pau🤍

Besos•Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora