cap4

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El saltó de bibi sobre ambos fué lo único que logró distraer lo suficiente a off como para que gun escapara de debajo de él, con las mejillas más rojas que un tomate.

—Hola pequeña— el mayor acaricio la cabeza de la pequeña perrita con afecto, ésta se daba a querer con su encanto y él no era para nada inmune—, ¿preocupada por gunnie?

Se sentó ignorando al menor a su lado, dejando que bibi se acomodara en su regazo tiernamente mientras lanzaba dulces gruñidos en tanto frotaba la cabeza en su estómago.

—Parece que esta enamorada de ti— gruñó gun con mala cara al ver que toda la atención era para bibi, quién estaba con el trasero en su dirección restándole importancia a su presencia.-Es por qué la rescataste verdad?

Off sonrió de lado al recordarlo, aquella había sido la primera vez que había visto a la pequeña, abandonada y con heridas mientras gun estaba grabando por los alrededores sin darse de nada . Despistado, pero así era gunnie.

—¿Estas celoso?

La pregunta hizo que uno de los cojines del sofá se impactara en el rostro del mayor, quien riendo entre dientes lo quitó para verlo. Encontrándose con un sonrojado Atthaphan.

—Cállate. —Gruñó desviando su mirada de la negra, bibi aprovechó aquello para incorporarse y pegarse al pecho del adulto, el cual lo rodeó con una mano. —¡bibi!

La perrita miró a gun sin entender, ¡si él no lo quería ella si! Sacó su pequeña lengua para lamer la barbilla de off y se regocijó cuando vió la sonrisa en los labios masculinos.

Gun rechinó los dientes por la escena, al menos hasta que la mirada negra se posó en la suya sin perder esa sonrisa. Jumpol depositó un beso en la mejilla de bibi sin perder el contacto visual y el menor entendió la indirecta, aquel beso era también para él, boqueó como pez fuera del agua y después infló sus mejillas con bochorno.

Fué en ese instante que las demás mascotas entraron por la puerta buscando el afecto del mayor. La desesperación se pintó en su rostro y de pronto se iluminó.

—¡No, espe-!— gun no fué lo suficientemente rápido para detener a su gran mas mascota  de derribar la pared de la casa del mayor, así que mientras la madera crujía y una nube de polvo se cernía sobre la habitación, taotao lamía feliz la cara de off.

—Al menos podrás ver las estrellas— murmuró gun deseando que la tierra se lo tragara.

—Podemos verlas juntos —aceptó off justo en el momento en que mimi se lanzaba a buscar el afecto del menor.

El pelinegro rogó porque aquello no doliera como para dejarle un moretón a su pequeño.

El pelinegro rogó porque aquello no doliera como para dejarle un moretón a su pequeño

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Pau🤍

Besos•Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora