One shots lésbicos 🔞

2. Mei

Mei.

Mei.

Mei.

¡Meli, Mei!

¡Te odio Mei!

Odio tu forma de hablar, odio tu puntualidad, odio que le caigas bien a todos, odio tu perfección, odio la manera en la que te pones nerviosa por absolutamente todo, odio tu estúpida sonrisa, odio tu manera de caminar, odio tu torpeza, odio...que me evites.

Pero lo que más odio es que por más que intente odiarte, no puedo...no puedo simplemente sacarte de mi mente y me está sacando de quicio que me estés ignorando.

Hace unas semanas creí que todo está bien, nos habíamos empezado a acercar después de un proyecto de química la única clase en la coincidíamos pero de la nada simplemente me comenzó a evitar ni siquiera le gusta verme a la cara y no sé la razón.

—¿Qué debería de hacer? —pregunte a Jess, mi mejor amiga con quién llevaba más de una hora quejándome.

—¿Por qué te molesta tanto que te esté ignorando? creí que te daba igual —respondió encogiéndose de hombros.

—¡Me da igual! —respondio levantando demás la voz haciendo que todo el salón se girará hacia mi— simplemente no tengo con quien más hacer el otro proyecto de química —susurre.

—Si no fueras tu juraría que te gusta —menciono divertida.

Mis mejillas se calentaron de inmediato, me enoje de solo pensarlo.

¡No me gusta Mei!

—No es...no es gracioso Jess —dije no tan divertida como mi amiga.

En ese momento la cara burlesca de Jésica cambio por completo a una de asombro, como si acabará de descubrir el mayor secreto de la humanidad.

—Espera, espera, entonces te- —la campana la interrumpió.

Antes de darle tiempo de interrogarme me levanté de mi asiento mientras colgaba mi mochila en mi hombro saliendo a toda velocidad del salón.

Camine por pasillos del instituto a toda velocidad sin importarme que chocará con algunas personas, necesitaba espacio.

Así que lo primero que se me ocurrió fue ir al piso de arriba por lo general siempre estaba solo a esta hora por el almuerzo, los estudiantes no teníamos permitido subir pero no podría importarme menos.

Subí mientras que el ruido que hacían mis zapatos resonaban por los pasillos acompañados de mi pesada respiración. Mi plan inicial era simplemente sentarme en el suelo a escuchar música mientras esperaba la última clase.

Claro si no fuese sido interrumpido por lo que parecía el sollozo de alguna chica proveniente del salón a mi derecha, al principio creí que alguien se había encerrado a llorar así que iba a irme a otra parte pero los nervios se me pusieron de punta cuando mi cerebro captó que no estaba llorando sino jadeando.

Ese tipo de jadeó.

En ese momento recogí mis cosas de inmediato para salir corriendo a mudarme a algún otro planeta para evitar este incómodo momento pero algo me detuvo.

La chica emitió un gemido pronunciando mi nombre.

De inmediato reconocí su voz, era imposible confundirla, la chica de ahí dentro era Mei.

Casi me caigo al piso tras escuchar eso.

¡Esto no puede ser posible!

En ese momento todos los claves en mi cerebro comenzaron a conectar todo, posiblemente algunos de quemaron pero lograron dar en el clavo.