3. Alisa (parte 2)

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Mientras miraba mi techo no podía parar de repetir una y otra vez está tarde en la biblioteca. Hay tantas emociones dentro de mi que ni siquiera puedo explicarlas y eso me hac sentir tan enojada conmigo misma porque siento que no tengo control sobre mi misma y eso, eso es una mierda.

Entonces la imagen y el recuerdo de la sensación de la manos de Alisa posarse sobre las mías me hacía sentirme cálida, una especie de calidez que hacia que mi interior se retorciera y me dieran escalofríos.

"Amiga"

—¿Por qué me molestó tanto?

Ser su amiga, era una propuesta linda, ¿no?

Entonces...¿por qué siento ganas de gritar y destrozar mis uñas cada vez que lo recuerdo?

Me porté como una imbecil con Alisa.

Frote mis ojos con mis manos mientras me acomodaba para intentar dormir.

***

Otra vez me encontraba en la biblioteca pero está vez con un motivo extra a mi visita, estaba intentando encontrar a Alisa para pedirle una disculpa.

Oh bueno, eso creia al salir de mi casa, ahora solo esperaba que no apareciera porque "necesitaba practicar más mi disculpa".

Camine en círculos diciendo en voz baja todas las posibles disculpas, posiblemente en algún punto abra algún agujero en el piso.

—Alisa, lo siento muchísimo, de verdad no es propio de mi, yo no creo que seas así, es más ni te conozco, digo, no sé, tal vez lo seas, no soy adivina, bueno, pareces serlo —susurre practicando ese disparate que llamaba disculpas hasta que una voz me interrumpió.

—Creí oír mi nombre.

Alisa apareció de manera repentina detrás de mi sacándome un grito típico de una cobarde.

—¡Alisa!, dios santo, casi me da un infarto —dije llevando una mano a mi  pecho.

—No te preocupes, vine por la sección de Poe, no vengo a interrumpir lo que sea que se suponía que estabas haciendo —murmuro mientras buscaba en la estantería.

Mierda.

Ok, ahora o nunca.

Di un paso y me puse detrás de ella sin invadir su espacio. Podía sentir mis mano sudando y mi corazón latiendo a una velocidad que sería vergonzosa admitir en voz alta.

—Alisa.

Pronuncié su nombre con suavidad pero no sé dió la vuelta, que detuviera su búsqueda me daba a entender que si me estaba escuchando así que seguí hablando.

—Sobre lo de ayer...

—¿Si?

—Realmente no creo que seas tan irritante.

Ok, si, mis disculpas eran una mierda.

Alisa se volteó viendome con los ojos entrecerrados, al ser más alta que yo me veía aún más intimidante teniendola tan cerca.

—¿Es todo lo que tienes para decir? —dijo mirándome directamente.

La manera en la que su voz pronuncio  esa pregunta me puso extremadamente nerviosa, podía sentir a mis manos temblando.

Al parecer Alisa se dió cuenta de esto pero, al contrario de la reacción que esperaba, su miraba se perdió por un momento para volver de una manera en la que derrochaba malicia absoluta.

Demonio.

—¿No vas a responder? —susurro mientras daba un paso más cerca de mi.

—No —mi orgulloso no me dejaba admitir el fuego que estaba sintiendo dentro de mi.

One shots lésbicos 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora