𝐂𝐚𝐝𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐦𝐢 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐲 𝐲𝐨

𝟏𝟎. 𝐄𝐥 𝐀𝐮𝐭𝐨𝐛ú𝐬

—No se queden de brazos cruzados sólo porque hayan terminado los exámenes finales. El examen de ingreso a la universidad está a la vuelta de la esquina. ¡Prepárense!

Finalmente, los exámenes finales habían terminado. Cuando giré la cabeza, vi a Seon Kyu-ho acostado boca abajo sobre el escritorio con la espalda estirada. Fue justo después de que el profesor de la clase abandonó el aula. La espalda recta que era bañada por el sol, subía y bajaba regularmente. Había algo inquietante en mirar la parte posterior de su cabeza bien peinada. Los compañeros de clase empacaron sus cosas y salieron. El salón de clases era ruidoso.

Como era viernes, mi hermano tenía que ir a la academia, pero como los exámenes habían terminado, no tendría que hacer nada más que resolver problemas. Aunque no tuviera que ir a la academia, no era un problema para Seon Kyu-ho. Sin embargo, Seon Kyu-ho insistiría en ir. En lugar de disfrutar el placer de habe terminado los últimos examenes, resolverá problemas con diligencia y se preparará para el próximo examen de prueba. Tal vez esté pensando en el examen de ingreso a la universidad como un recordatorio de su mente intimidada. Como dijo el profesor en la clase.

—¿Estás durmiendo?

En algún momento, Kim Hyung-joon se sentó junto a mi hermano mayor. Extendió la mano y se pasó los dedos por su cabello brillante. Mi hermano estaba cansado y no se movía.

—Levántate, vamos.

Los dedos que habían estado jugando con su cabello ahora jugaban con el lóbulo de la oreja de mi hermano. Me levanté de un salto de mi asiento. Apreté los puños hasta que se hincharon las venas de los antebrazos. Un suspiro desconocido escapó de mis labios. Empaqué bruscamente mis cosas y salí del aula tan rápido como pude.

Mientras caminaba por el pasillo, mis ojos se giraron con disgusto. No es como si fuera la primera vez que veía a Kim Hyung-joon hacer eso. Estaba furioso y enojado. Pensé que quería agarrar a Kim Hyung-joon por el cuello y matarlo como si fuera un pequeño ratón o un pájaro. Fue aún más problemático que Seon Kyu-ho se quedara quieto sin ninguna duda cuando estaba coqueteando así con él. Cada vez que subía las escaleras a la azotea, tenía malos pensamientos. Lim Joo-han, que llegó antes que yo, estaba parado en la barandilla del techo. Al verme fruncir el ceño, preguntó.

—¿Qué te pasa?

—¿Qué?

Tragué el humo del cigarrillo amargamente en mi lengua y respondí con indiferencia. La parte superior de mi cabeza se calentaba por los fuertes rayos del sol que se derramaba desinteresadamente sobre mí. Al mirar hacia abajo desde el alféizar del tejado, vi el panorama habitual. El humo se esparcía en el aire como un suspiro.

—Nah

—¿Por qué no dices algo? Me siento como una mierda.

Lim Joo-han encendió el fuego tiempo después al cigarrillo en su boca. Una nube de humo se dispersó rápidamente en el aire. Miré el extremo encendido de mi cigarrillo y me lo volví a meter en la boca. Seguí a los estudiantes con mis ojos mientras salían por las puertas de la escuela. Descubrí que habitualmente estaba buscando a Seon Kyu-ho. Mi corazón comenzó a latir fuerte de una manera diferente.

—¿No vas a ir a la academia de actuación?

Lim Joo-han cambió de tema mientras miraba al patio de juegos siguiendo mi mirada.

—Hoy no toca ir.

Dejé caer al suelo el cigarrillo que se había quemado hasta el final del filtro. Escapó un pequeño suspiro mientras lo destrozaba con mis zapatillas. El sudor goteaba por mi espalda debido al calor del sol. No pude levantar la vista y miré hacia abajo al patio de recreo. Mirando la parte posterior de no sé cuántas cabezas, puse los ojos en blanco buscando a mi hermano.