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❛밖은 새벽이 떠오르지만 안은 어둠 속에서 나는 자유롭고 싶어❜ ────⋆ ۪☆ .────
Los caminos cerca de la finca de Juyeon estaban tranquilos, en una parte de la ciudad que estaba simplemente bien, mejor que los lugares a su alrededor. Un pedazo tranquilo de los suburbios entre el caos. Vivía con sus padres en una cómoda casa pintada de blanco con un portón al frente. Las casas en la ciudad eran caras, por lo que les dio dinero para alquilar una habitación en el ático, hasta que pudo pagar un lugar propio. Lo había reformado hacía tres veranos, había quitado todo el polvo y las telarañas y había puesto las tablas del suelo él mismo.
La mayor parte del tiempo se mantenían solos, Juyeon, su madre y su padre.
Excepto a la hora de la cena.
Juyeon colgó su chaqueta en la barandilla. Su madre estaba regando una planta de interior en expansión en el alféizar de la ventana del pasillo.
⸺Bebé, finalmente llegaste.⸺ siseó su madre, y él la siguió hasta la cocina. Le puso dos platos en las manos y le dio un golpecito en el hombro, dirigiéndolo al comedor.
Juyeon llevó los platos de comida, colocándolos en un lugar en la mesa donde su padre ya estaba sentado leyendo un periódico. Su madre lo siguió con su propio plato y le hizo un gesto para que se sentara mientras ella tomaba su lugar.
⸺¿Cómo estuvo tu día?⸺preguntó, untando mantequilla en una rebanada de pan.
Juyeon se encogió de hombros pero le sonrió. ⸺Estuvo bien, arreglé algunos autos, como de costumbre. Los chicos dijeron que he ganado más experiencia.
Su madre asintió y continuaron comiendo en silencio.
Habían venido a Londres por su padre. La empresa de electrónica se mudó desde Seúl, y se mudaron con ella cuando Juyeon tenía catorce años. Ahora, su vida consistía en metal oxidado, aceite de motor y días lluviosos, pero estaba bien.
⸺¿Y cuándo vas a desarrollar experiencia en conseguir un trabajo decente?⸺ habló su padre con severidad.
⸺Mi trabajo es decente.
⸺Deja al niño en paz...⸺ intervino su madre. ⸺Está trabajando duro, con esfuerzo y con honestidad, ¿verdad? Eso es más de lo que se puede decir de la mayoría de su generación.
Ignorando el comentario, su padre suspiró y dejó caer el tenedor en el plato. Resonó con fuerza.
Quería que fuera como él.
Lo había intentado antes, sugiriendo que debería mudarse, conseguir su propio lugar y encontrar una 'buena chica'. Juyeon había querido decir que estaba llegando allí y que no quería una buena chica, pero su padre solía cerrarlo y las conversaciones terminaban en comentarios como: "Por el amor de Dios, tienes veinte años. Haz algo con tu vida".
