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❛내가 그렇게 많은 것을 느낄 수 있다는 걸 전혀 몰랐어. 그게 내가 당신을 사랑하는 방식이야❜ ────⋆ ۪☆ .────
Esta iba a ser la última vez que Juyeon leyera las cartas de Changmin.
No sabía que haría con ellas, pero no tendría el valor para tirarlas, así que tomó la decisión de sacarlas de abajo de su cama y leerlas una por una, incluso las que ya había leído, algo le decía que lo hiciera, aún que sea una última vez, para tener algo de su amado aún vigente en él.
Tomó todo su día y toda la tarde, no tenía nada más que hacer, así que no vió el problema. Estuvo hora tras hora leyendo cada carta, cada párrafo y letra escrita por Changmin, tan perdido en ellas que no notó que el sol ya se había puesto. Cada una, con una cariñosa melancolía.
Aún no estaba listo para soltarlo, e incluso si días antes quiso hacerlo, no pudo. Es conciente de que nunca podría.
Luego, un sonido lo sacó de su ensoñación y entró a la cocina para ver quién estaba llamando a su puerta.
La nieve volvía a caer pesadamente. Sonrió irónicamente por la forma en que se aferraba a la ventana esmerilada, oscureciendo la vista exterior, una sonrisa torcida que lo transportó a otro tiempo. Se preguntó quién estaría afuera con un frío como ese, si hubiera sido lo suficientemente tonto como para sobresalir en él. Solo había una persona que él conocía que era tan tonta como él, buscaba una emoción tan amarga.
Giró el picaporte de la puerta.
Doscientos treinta y cinco días. Noventa cartas abiertas.
Los copos de nieve se habían asentado en su cabello y caído sobre sus ojos, pero parpadeó para apartarlos. Estaba de pie en el umbral, con la chaqueta de cuero ceñida a su alrededor y la mochila colgada de los hombros. Su cabello estaba más largo de lo que había estado cuando se fue, barrido fuera de su rostro, y sus labios estaban agrietados y mordidos. Ojos cansados, quizás del viaje en avión, pero debajo de eso, llenos del fuego que les faltaba.
Juyeon no dijo nada de inmediato, porque estaba seguro de que no podía haber sido real, había soñado con el escenario tantas veces que casi no se sentía inusual para él.
Pero era como mirar a un extraño, el Changmin frente a él, diferente pero igual, y tan injustamente hermoso.
⸺Te teñiste el cabello.⸺ Juyeon logró murmurar tontamente, con una voz apenas audible mientras mantenía sus ojos en el bello pelinegro frente a él.
⸺Hola.⸺Changmin separó los labios, los ojos húmedos y llorosos, con una sonrisa triste en sus labios, conteniendo un sollozo.⸺Sé que dije que no vendría a molestarte... Pero necesitaba-
Sus palabras fueron cortadas por unos labios cálidos y anhelantes que capturaron a los suyos.
Juyeon sostuvo sus mejillas firmemente, sostuvo el rostro de su amante, a quien tanto había extrañado y añorado, a quien tanto había amado y adorado. Lo sostuvo cerca, tan jodidamente cerca, como sólo en sus sueños pudo hacerlo, y lo besó con tanta pasión y con tanto amor, como siempre había querido.
