12. 40 días

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Esa noche Becky solo se deslizó hacia debajo de la cama y observó fijamente el techo de su habitación; a decir verdad, no, nunca había pensado en tener una casa para ella sola, Freen y sus hijos. No estaba segura completamente aún.

Ella estaba en el trabajo de las piscinas y eso le demandaba al menos 4 horas al día, el Instituto y si a eso le sumaba todo el tiempo que iba a tener que dedicarle al cuidado de los niños, no creía tener el control total de la situación.

Suspiró con preocupación y Freen a su lado lo notó. Se acercó a ella con algo de vergüenza y le rodeó la cintura recostando la cabeza en su pecho. Becky inevitablemente le acarició la espalda y sonrió.

- No tiene que ser ahora- murmuró la morena después de su pregunta- pero es algo que me gustaría. Un lugar solo para nosotras y los niños. Un lugar dónde solo nosotras llamemos hogar. Quiero eso, Becky-

- Yo... Freen eso es hermoso y créeme que también lo voy a necesitar. Pero...

- No, no- la detuvo Freen poniendo su mano sobre la boca de la castaña y obligando a callarla - sin peros. No ahora si no estás segura...solo tenlo en cuenta... Hasta mañana, Bec-

- Descansa, Freen- susurró la castaña dejándole un suave beso en su cabello y cerrando sus ojos. No para dormir, solo quería recordar algo que nunca sacaría de su mente.

-Flashback-

- ¡Si no subes le diré a Heidi y te golpeará por miedosa!

- ¡Está muy alto! -

- ¡Pues sube por las escaleras, Becky! Para eso está-

- ¡No quiero! - fue lo último que gritó Becky desde el césped de la casa Chamkimha y cruzándose de brazos. Desde unos 7 metros de altura, Freen rodó los ojos y comenzó a descender por la escalera-

- Eres una chillona. Y miedosa- reprochó Freen al llegar a una Becky con una adorable puchero-

- No tengo miedo- murmuró Becky sentándose rápidamente sobre el jardín-

- Claro que sí ¿por qué no subiste entonces?

- No me gusta jugar allí arriba-

- ¡Es una casa del árbol, Rebecca! ¡Todo el mundo ama esas casas! - gritó Freen brincando alrededor de la castaña y abriendo sus brazos para incentivarla. Sin embargo, Becky alzó los hombros y le restó importancia al asunto- A ver ¿y por qué no te gusta? –

- No lo sé, Freen ¡Jugamos todo el día allí arriba! -

- Es mi lugar favorito y por algo papá la hizo- aseguró la pequeña morena deteniéndose abruptamente con la mirada fija en su amiga-

- ¡Mi papá también ayudo eh! Él compró la madera-

- Si, sí, claro. Un gasto innecesario porque casi ni subes-

- Ya tenemos 9, Freen ¡Ni siquiera Tobby usa su casa ya! - le recordó Becky a su vecino más antiguo con su propia casa del árbol y que, ya con 8 años, no jugaba más en ella-

- Tobby es un idiota y se le caen todo el día los mocos ¡es aburrido! - le reprochó esta vez lanzándose sobre la castaña y tirándolas ambas al piso. Becky apenas tuvo tiempo de sostener a la morena cuando inevitablemente rodaron unos centímetros juntas. Se detuvieron cuando la espalda de Becky golpeó con fuerzas un árbol que separaba los patios traseros de ambas casas-

- ¡Eres una tonta! - gimió la castaña empujando a Freen lejos de ella- Mi espalda- murmuró poniéndose de pie y sosteniéndose con una mano la parte de su cuerpo que le ardía y aún sentía los latidos por el golpe-

La Causa Perfecta Vr. FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora