ladrón de gatos | kooktae au | social media

57.

Podía sentir los nervios inundarlo nuevamente, pues encontrarse de nuevo a solas con el papá de Jungkook no parecía ser una muy buena idea, sobre todo después de que los haya visto comerse la boca como lo hicieron en el hospital.

Se encontraba hecho bolita en los asientos traseros del auto, bombardeando de mensajes a Jungkook para que persiguiera el auto y los frenara en un semáforo, pero el menor se negaba rotundamente.

"No puedo, ¿no te acuerdas que me dejaste manco?" Había dicho.

Como si el tener un brazo roto le impidiera mover las piernas.

Pero Taehyung se sentía demasiado culpable como para notar la falta de sentido en lo que Jungkook le había dicho.

Por lo que se dió palmaditas en las piernas y con el poco valor que le quedaba se decidió a enfrentar al papá de su aún-no-novio.

Sin embargo, cuando estaba a punto de soltar la primera tontería que se le cruzó por la cabeza, fue interrumpido.

ㅡ¿Qué edad tienes? ㅡPreguntó el mayor, mirándole de reojo por medio del espejo retrovisor.

Taehyung tragó saliva con dificultad.

ㅡVeinticuatro, señor... ㅡContestó.

El señor Jeon asintió levemente a modo de aprobación.

ㅡ¿Vives solo o con tus padres? ㅡPreguntó nuevamente.

El castaño comenzó a sudar frío.

Era obvio que se encontraba en medio de un interrogatorio por parte de su aún-no-suegro en ese momento. Por lo que cualquier paso en falso podía provocar que el señor Jeon no lo aprobara para su hijo.

Quería vomitar.

ㅡV-vivo solo. Mis padres viven en Daegu. ㅡContestó, tratando de calmar sus nervios mirando por la ventana a su derecha.

ㅡ¿Estudias o trabajas?

¿Si se aventara del auto sobreviviría?

ㅡT-trabajo en una agencia de ventas.

El mayor lo miró arqueando la ceja, pero no dijo nada.

El silencio los acompañó a partir de entonces.

🐈

Taehyung estaba muriéndose de la ansiedad cuando finalmente el auto se detuvo delante de la casa de Jungkook.

No dejaba de montarse historias en la cabeza, pues debido al repentino silencio del Señor Jeon estaba seguro de que no había pasado el interrogatorio.

Seguro iba llevarse a Jungkook lejos de su lado porque creía que no era una buena opción para él.

Y nuevamente fue interrumpido, ahora cuando estaba por comenzar a llorar y rogarle a su aún-no-suegro que no lo separa de su hijo.

Por suerte.

ㅡ¿Sabes? Nunca fuí un buen padre para Jungkook, por lo que no tengo ningún derecho a opinar respecto a sus relaciones, no es mi lugar.

Taehyung lo miró completamente sorprendido.
Se imaginó muchas cosas que podría decirle, pero eso definitivamente no.

ㅡSin embargo, eso no me impide advertirte un par de cosas.

Apagó la radio que llevaba un rato sonando a volúmen bajo, después apagó el motor y por último le puso los seguros a las puertas. Lo que ocasionó que el castaño se encogiera más en los asientos, en la espera de hundirse tanto hasta desaparecer.

Ese señor le iba a provocar un infarto a este paso.

ㅡMe considero un hombre muy tranquilo, hasta que se meten con mi familia. No soporto ver a mi hijo o a mi esposa sufrir por culpa de terceros, por lo que quiero que sepas que de ser necesario, voy a tomar cartas en el asunto. Ni siquiera me importa meterme en problemas con Jungkook.

Se dió la vuelta en el asiento para esta vez mirar directamente al castaño a los ojos.

ㅡSi haces llorar a mi hijo, considerate en la ruina.

Taehyung asintió como pudo, aguantándose las ganas de llorar que lo invadieron repentinamente.

Sí, estaba asustado.

Afortunadamente, unos insistentes golpes en la ventana de su lado derecho interrumpieron su amena conversación.

Era Jungkook.

Y Taehyung sabía, que de no haber estado su padre ahí lo habría besado hasta quedarse sin aire. Porque nunca le había alegrado ver a Jungkook tanto como en ese momento. Ni siquiera se preguntó cómo hizo el menor para llegar tan rápido a casa, solo podía pensar en comerle la boca a modo de agradecimiento.

El señor Jeon regresó su vista al frente y quitó los seguros de las puertas, tan tranquilamente como si no lo hubiese amenazado hace dos segundos.

Pero Taehyung aprovechó ese momento para salir corriendo y arrastrar a Jungkook con él hasta su casa.

Abrió la puerta con dificultad, debido a los temblores que asaltaban sus manos y sin importarle dejar solo afuera al mayor, entró junto a Jungkook y cerró la puerta.

ㅡ¿Taehyung? ¿Estás bien? ¿Pasó algo? ㅡLe preguntó el pelinegro, poniéndose delante de él y sujetándole de los hombros para mirarle a los ojos.

ㅡS-s-sí, t-todo en orden. ㅡContestó con una evidentemente muy fingida tranquilidad. Y de la misma manera se dirigió a sentarse en el sofá, abrazando con fuerza a copito en cuanto lo sintió subirse a sus piernas.

ㅡSi todo estuviera en orden no habrías salido huyendo así, ¿qué fue lo que te dijo mi papá?

Jungkook se sentó a su lado, ocasionando que el gato en sus brazos se retorciera para zafarse y dirigirse al regazo del menor.

Taehyung lo miró frustrado.

ㅡVoy a devolverte a ese refugio en donde te descocaron.

Jungkook soltó una carcajada, seguido poco después por su mayor.

ㅡNo te preocupes por nada, solo estaba asustado porque tu papá es muy intimidante. Da miedo cuando te mira a los ojos.

ㅡY eso que no conoces a mi mamá ㅡSoltó entre risas.

El castaño lo miró con el pánico inundando su mirada.

ㅡ¿T-tu mamá es peor? ㅡPreguntó con miedo.

El asentimiento por parte de Jungkook lo hizo replantear las decisiones que había tomado.

¿Valía la pena todo esto por el torpe pelinegro que tenía delante?

La sonrisita avergonzada que le dirigió Jungkook le respondió esa pregunta.

Por lo que, preso del revoltijo de emociones que estaba atravesado, Taehyung se lanzó para atacar nuevamente los labios del menor.

Apartó como pudo al gatito entrometido y antes de poder arrepentirse, tomó su lugar en el regazo de Jungkook.
En ese instante iniciaron un ritmo lento y con suavidad, rozando sutilmente sus labios.

Un cosquilleo en el vientre lo incitó a lamer la boca de Jungkook, suspirando cuando este le correspondió, provocando que sus lenguas se encontraran con timidez.

Poco a poco, el beso subió la intensidad, hasta que ambos se encontraban respirando con dificultad, sin ningún milímetro de distancia entre ellos y ajenos al mundo exterior.

Y por primera vez, se dedicaron a saborear los labios del contrario sin ningún tipo de interrupción.

🐈