Heather - freenbecky (Adaptación)

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Carajo, ya llegó el maldito Febrero, y yo aún sigo sufriendo sin haber mejorado ni un poco.

A pesar de que el ambiente ya no es helado y de que los días con colores grisáceos llegaron a su fin, para mi sigue siendo igual. Gélido, gris, sin vida, muerta como las hojas de los árboles en otoño.

Las vacaciones navideñas no me dieron mejoría, y tal como te dije, me pasé cada segundo pensando en ti y en él... Cada día me fuí rompiendo un tanto más, sin que nadie estuviera allí conmigo para detener mi llanto.

¿Te confieso algo? Los vecinos vinieron a verme, recibí quejas sobre que había un ruido extraño proveniente de mi departamento. ¿Sabes que tuve que responder? No podía mentirles o me echarían del edificio. Les dije la verdad, que ése ruido lo hacía yo mismo, y no era extraño, sólo eran sollozos y lloriqueos bastante audibles.

Incluso ellos me miraron con lástima y me dejaron tranquila.

Eso es lo que has provocado en mi desde aquel 3 de Diciembre, hace mucho que pasó y aún lo tengo muy presente.

3 de Diciembre... ¿Sabes lo que iba a hacer ése día? Es lógico que no, nunca te lo dije. Heather se atravesó en mi camino y te llevó consigo, lo peor es que tú lo seguiste sin reprochar.

Aunque debo decir que te entiendo, si fuera tú también lo hubiera elegido a él.

¿Que gracia tiene una chica con marcadas ojeras, un estúpido sentido del humor y un corazón frágil? Nada. Comprendo porque nunca intentaste elegirme, nadie en su sano juicio lo haría.
No soy ni la mitad de linda. Puede que él ni siquiera tenga defectos, sin embargo yo tengo miles.

Siempre dijiste que mis ojos eran muy brillantes como el cielo azul, que te gustaban. ¿Te gustarían ahora? ¿Seguirías diciendo lo mismo? Antes brillaban, ahora se han quedado sin una pizca de color. Dime freen, cuando vuelvas a verme en clase... ¿Con qué cara me recibirás?

Puede que notes mi semblante demacrado producto de casi dos meses sintiéndome tan miserable. O puede que no me prestes tanta atención y te enfoques en verlo sólo a él como es tu costumbre.

Yo me veo terrible. Heather siempre lucirá perfecto.

Una vez más... Ojalá pudiera ser Heather. Así me amarías, así sería linda, así estaría contigo.

Pero no soy él, soy sólo Becky Armstrong, una idiota con corazón de cristal enamorada de la única persona que jamás tendrá, tú.
Freen Sarocha.