Hold On

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Freen tocaba la puerta repetidamente, nadie respondía su llamado. Incluso las personas que pasaban por el corredor la observaban con algo de pena por su insistencia. Por fin se le ocurrió sacar su celular, envió un par de mensajes que no fueron siquiera recibidos, llamó algunas ocasiones más sin tener contestación, inmediatamente saltaba el buzón de voz.

Su preocupación aumentó cuando, como última idea, giró la perilla y ésta se abrió. Becky jamás dejaría la puerta sin seguro, pues era una persona que se preocupaba demasiado por ésos detalles.

Entró al apartamento -pidiendo disculpas internas por pasar sin invitación- dando pasos lentos tratando de no hacer ruido, pues su punto no era asustarla, buscando con la mirada a su menor sin tener éxito.

— ¿becky?, ¿donde estás? — preguntó caminando por el pasillo que daba a la habitación al no verla de inmediato en la estancia — ¿Bec...?

Le sorprendía que no se le respondiera, considerando que su tono de voz no era nada bajo y el lugar tenía eco. Llegó hasta la recámara y abrió la puerta, el aire frío entraba por la ventana que estaba abierta en su totalidad y el silencio fue su recibimiento.

No había realmente señales de que la chica hubiera estado allí, o al menos no recientemente. La cama estaba acomodada como siempre, su luz apagada y nada estaba fuera de su lugar. Lo cual, la preocupó aún más.

—¿bec...? — su desesperación creció al no verla en ninguna parte del cuarto — ¡becky!

Dejó el ramo de rosas que cargaba sobre la cama, ignorando la libreta con hojas salidas que allí se encontraba. Regresó a la sala de estar, buscándola allí nuevamente, en la cocina y en la zona de lavado sin tener respuesta favorable.

El único lugar que le hacía falta revisar era el baño, pero sería bastante incómodo entrar sin avisar, pensó. Tocó la puerta de dicho lugar un par de veces a la par que seguía llamándola, de nuevo un gélido silencio le respondió.

Su preocupación subió al límite, tanto que acabó con su vergüenza momentánea, obligándole a forzar la cerradura con ambas manos y estrellándose contra la puerta para lograr abrirla, unos cuántos instantes después finalmente entró, pensando que allí la encontraría, probablemente en una situación extraña.

Y sí, ahí estaba, pero no como ella pensaba.

Ésa imagen, la fuerte escena con la que se topó sin esperarlo, el aroma a sangre inundando sus fosas nasales y su corazón parando de latir por un segundo, son cosas que freen jamás podría olvidar.

Apareció en ella ésa sensación de un vacío enorme en el centro del pecho, una gran punzada en el corazón que no cesaba y sus ojos comenzaron a doler gracias a la amenaza del llanto. Becky ya casi no respiraba, aunque ella quería imaginar que lo hacía regularmente, su antebrazo seguía goteando sangre, el piso totalmente manchado de rojo, una navaja botada a un lado de su extremidad dañada, su expresión de dolor con la que se quedó, sus bonitos ojos cerrados e hinchados.

Las estrellas que poseía freen se apagaron, lloraba y lloraba sin control alguno, se agachó frente al cuerpo prácticamente inerte y la tomó entre sus brazos abrazándola con fuerza contra su pecho, esperando ser correspondida, pasando sus manos por las mejillas ahora pálidas de becky y llenándola de lágrimas accidentalmente.

La sentía tan fría, incluso más que el aire que inundaba el lugar, en ése momento extrañó de sobremanera la calidez que becky solía emanar. Gritaba su nombre, buscando una respuesta que a duras penas creyó que obtendría, manchando sus manos y ropa con la sangre debido al contacto.

—¡Por favor, no me dejes! —rogó como si éeso ayudara — bec... Te lo pido... No me dejes sola... — depositó un corto beso sobre su frente, aún en un gran shock por la situación.

Por algunos pensamientos y calmas que ella tomó como normales, había llegado demasiado tarde.

La sirena de la ambulancia retumbaba por toda la casa, el equipo de paramédicos levantaba a la chica llevándosela del sitio, esto a petición de freen, quien juraba que aún existía la esperanza de que despertara. Ellos obviamente la revisaron, encontrando que probablemente había una ligera luz de milagro.

—Hay un leve pulso, corran subanla a la ambulancia. —ordenó con voz rápida un médico al quitar el estetoscopio del pecho de becky.

—¿Qué es de usted? — preguntaron a la mayor.

—Soy su novia.— respondió sin titubear. Nunca pensó decir aquello, pero ahora, realmente era todo lo que deseaba ser de esa bonita chica. Esperaba tener oportunidad para pedírselo formalmente.

Dicho esto, se le permitió subir a la ambulancia para acompañar el traslado a falta de un familiar directo. Freen no dejó de soltar sollozos en el camino, mientras sostenía la mano no dañada de la peli rosa. Le habían vendado la herida con algo de dureza, para contener el sangrado, se le colocó una mascarilla de oxígeno y se aseguraban de su pulso cada minuto.

— Por favor, resiste... — le pedía deseando que fuera a escucharla.

15 minutos pasaron, y el vehículo llegaba al hospital. Con rapidez bajaron la camilla e iniciaron la carrera a urgencias, freen por supuesto, corrió tras ellos. Aunque ésta vez, fue detenida por una enfermera, evidentemente no podía pasar más allá de la Sala de espera.

—señorita, tiene que quedarse aquí. — pidió con amabilidad — Llame a los familiares de la chica, y sea paciente.

—Yo... — ¿cómo le pedía eso?, en estos momentos ya no le quedaba ni un miligramo de paciencia — De acuerdo..

Con el corazón aún latiendo en su garganta y las manchas de sangre ya secas, marcó el número de Prem. No quiso llamar a Heather, ya que no pensaba que inmiscuirlo sería correcto. Prem, asustado por la noticia de que se encontraba en un hospital esperando noticias de becky, le dijo que llegaría lo más pronto posible.

—Boun me llevará en su auto. —se escuchaba que estaban juntos — No tardamos ¿de acuerdo?

— Sí... — el habla se le había ido.

No quería hablar mucho de hecho, sólo rogaba al cielo que su becky abriera sus hermosos ojos castaños una vez más.

Pero el destino no estaba de su lado, Ella lamentaria que su pensamiento de «Llegué muy tarde» se convirtiera en una desesperante realidad y no en un humo pasajero.

Heather - freenbecky (Adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora