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-Necesito que sigas a un chico.-

-Dame más detalles.-

-Nesesito que encuentres algo lo suficientemente malo como para usarlo en su contra. Puede ser algo relacionado con su vida privada o simplemente algo extraño que encuentres en él.-

-Entendido.- ¿Quién es el chico?-

-Es él.- Sapnap le enseñó una foto bastante vergonzosa de George que aún conservaba en su celular. Una que había tomado él mismo cuando sus amigos lo estaban molestando en el baño de la preparatoria el año pasado.

Lo habian arrastrado hasta allí para burlarse "un poco" de él metiendo su cabeza en el inodoro y tomando un par de fotografías de ello.

Para muchos, seria considerado un acto perverso e inhumano aprovecharse de tal manera de la vulnerabilidad de alguien, pero para ellos no significaba más que un poco de diversión.

-Pfft.- ¿Cuándo comienzo?-

-A más tardar, el primero del mes.-

-Está bien, pero necesito un pago por adelantado.-

-Ugh.- Toma tu dinero.- Sacó un par de billetes arrugados de sus bolsillos para entregárselos.

-Gracias, pero, ¿Cuándo me darás el pago completo?- Preguntó guardando los billetes.

-Cuando reciba el primer informe.- Tienes exactamente 30 días para encontrar algo, no me decepciones.-

-Sabes que no lo haré, me conoces.-

-Está bien.-

Luego de haber cerrado el trato, no hicieron más que permanecer en el callejón durante un par de minutos, desechando cigarrillos y perfeccionando el plan, hasta que después de un buen rato, ambos se marcharon tomando caminos separados.

-George, ¿Huh?- Me preguntó que secretos ocultarás tras esa cara bonita.-

(...)

En el recreo del almuerzo...

George esperaba a Wilbur en la cafetería para almorzar con él, pero después de un buen rato, nunca apareció.

-Supongo que esta vez comeré solo.- Pensó.

Con resignación, tomó su bandeja con comida y se dirigió a una mesa alejada de las demás para poder tener un poco de paz.

Pero, cuando pensaba que simplemente terminaría su almuerzo sin ningún problema, los amigos de Sapnap aparecieron e inmediatamente George supo que algo malo ocurriría, aunque le extrañaba no ver a Sapnap junto a ellos.

-Pero, ¿Qué tenemos aquí?- El rarito está comiendo solo.- Bromeó Quackity.

-Pfft. Qué patético.- Rio Punz.

-¿Qué pasó?- ¿Tu amiguito se aburrió de ti? Pobrecillo.- Se burló Tommy.

-No valen la pena, George.- Repetía una y otra vez en su cabeza intentando mantener la calma.

-Oh, ¿El ratón te comió la lengua?- Preguntó Tommy con un tono burlón.

-...- George desvío la mirada intentando evitar el contacto visual.

-¿Tus padres no te enseñaron que debes mirar a las personas cuando hablas con ellas?- Volvió a preguntar, pero está vez sonaba molesto.

Todo el mundo sabía que el ego de Tommy era tan grande que con tan sólo ignorarlo podías llegar a molestarlo.

-Deberíamos enseñarle un par de modales, se ve que no le han enseñado nada en casa.- Sugirió Punz, echándole un ojo a Quackity.

-Con gusto.- Quackity entendió la indirecta. Sin más, se acercó a George desde atrás mientras todo el resto observaba el espectáculo.

Sin previo aviso, sujetó a George por la cabeza, tomando un par de mechones de su pelo, para proceder a empujarlo violentamente contra la bandeja de su almuerzo. Cosa que provocó que la comida que yacía sobre su plato terminará siendo aplastada con su cara.

Todo el mundo comenzó a reír a carcajadas, observando como había terminado la cara de George embarrada por toda la comida.

-Deberías tener más cuidado con tu comida la próxima vez, no será que suceda un accidente.-

George permaneció en silencio mientras sus ojos inevitablemente se tornaban de un color rojizo, a causa de las particulas de comida que habían terminado en sus ojos.

Inconscientemente, frotó sus ojos con sus nudillos en un intento de aliviar el ardor, pero al hacerlo, empeoró la situación. Tan pronto como sus nudillos entraron en contacto con sus ojos, estos se cristalizaron a causa del dolor por el fuerte golpe le habían dado.

En el momento en el que levantó su cabeza para tomar una servilleta, las burlas comenzaron de nuevo.

-Aw...- ¿La niñita quiere llorar?- Tommy lo había notado, por lo que decidió bromear un poco sobre ello.

-PFFT.- ¡HAHAHA!- Todo el mundo reía.

-¡MIRENLO! PUAJ.- Todo el mundo señalaba y para más, también juzgaban.

George sin fuerzas para imponer resistencia, se levantó de su asiento, recogió sus pertenencias y salió lo más rápido que pudo de allí.

Para su mala suerte, su nariz sangraba a causa del fuerte golpe que había recibido, y apenas podía ver su camino considerando el hecho de que la mitad de su almuerzo estaba embarrado alrededor de toda su cara.

Salió disparado al baño, corriendo, para lavarse la cara por segunda vez consecutiva en el día, donde recordó lo que había sucedido el año pasado allí.

Recordó cuando Sapnap y sus amigos se habian burlado de él metiendo su cabeza en el escusado y provocando que casi se ahogara allí dentro por la falta de aire.

La situación en la que se encontraba era tan.. agobiante.

No podía evitar preguntarse, ¿Por qué él? Simplemente deseaba que todo aquel sufrimiento terminará.

No sabía hasta cuando tendría que seguir soportandolo, por que por más que intentará imponer resistencia ante tales abusos, todo seguía siendo igual.

Mientras se lavaba la cara intentado detener el sangrado, fue sorprendido por la presencia de su amigo Wilbur que apararentemente lo había estado buscando a juzgar por el sudor de su frente.

-¡George!- ¡¿Estás bien?!- Preguntó angustiado al verlo sangrando.

-¿Te parece que estoy bien?-

-Lo siento, fue una pregunta estúpida.- De todos modos, no tenemos tiempo para esto. ¡Debemos ir a la enfermería!- Lo sujetó del brazo dispuesto a llevárselo hasta allí él mismo.

-Pero..- George intento rehusarse, pero su amigo no pensaba dejarlo solo en tal estado.

-Nada de peros, no está a discusión.- Irás quieras o no.-

-Está bien.- Suspiró, sin otra alternativa más que resignarse ante la resistencia que impusó su amigo.

George no tenía ni la más minima idea de como le explicaría todo lo que había sucedido durante el día a la enfermera, por lo que simplemente esperaba que por una vez... No preguntará de más.

𝟯𝟬 𝙙𝙖𝙮𝙨 | 𝘿𝙉𝙁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora