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Sorprendentemente la enfermera no había preguntado de más. Había aliviado el dolor con cierto medicamento que actuaba como anestesia y tan pronto como terminó de colocar el vendaje el cual cubria la mitad de su cara, lo envió a su casa para que pudiera descansar durante el resto del día. También le recomendó que se tomara un par de días libres, siendo que el golpe que había recibido había sido muy fuerte y necesitaba reposar si no quería que sufrir de posibles complicaciones.

George decidió obedecer a la enfermera por más que detestara saltarse clases. Después de todo, era por su bien.

Wilbur se había ofrecido como voluntario para acompañarlo hasta llegar a su hogar, más él no permitiría que su amigo perdiera las clases de la tarde por un inconveniente insignificante como había sido ese. (Según él.) Agradeció que se preocupará por él con unas breves palabras y tan pronto como terminó con su "discurso", se marchó dejándolo solo.

Wilbur no protestó y decidió regresar a clases.

(...)

Mientras tanto, Sapnap se encontraba en el camino de regreso a la escuela una vez había cerrado el trato con éxito.

No entraría a clases, pero quizá pasaría el rato con sus amigos, quienes solían saltar las clases del cuarto periodo cada que la oportunidad se presentaba.

《Mala suerte para George haber rechazado la propuesta de Wilbur.》

Mientras desechaba un par de cigarrillos, Sapnap vio a George caminando desde lejos. No lo dudó ni un segundo y tan pronto como lo vio comenzó a perseguirlo. Quizá por que estaba algo aburrido, o tal vez por que simplemente necesitaba hacer un poco de ejercicio.

George notó pasos precipitados detrás de él. Bastante confundido volteó la cabeza para descifrar cual era el problema y para su sorpresa, ahí estaba Sapnap.

Él era el problema.

Y al verlo a tan solo metros de él, estando cada vez más y más cerca, se habia dado cuenta del porque no lo había visto en el almuerzo. Había saltado clases, lo suponía.

Decidió confiar en sus instintos y acelerar el paso. Conociéndolo, sabia que el simple hecho de verlo no significaba nada bueno, aún menos si parecía estar persiguiendolo.

Comenzó a correr lo más rápido que pudo en un intento de escapar, más sabia que Sapnap se saldría con la suya tarde o temprano, siendo que si algo malo no ocurría en ese preciso momento, ocurriría en los siguientes días de instituto.

Era un ciclo vicioso del cual nunca podría escapar realmente, pero de todas maneras no estaba dispuesto a lidiar con él por segunda vez consecutiva en el día. Había tenido suficiente.

Sapnap no se resignó y aceleró el paso igualmente, negándose a dejar escapar a su presa. No fue cuando un contratiempo se presentó en su camino, tendiendo a detenerlo.

George no era tan tonto como parecía serlo. Lo demostró al actuar con inteligencia, cuando se escabulló entre una multitud masiva de gente teniendo en cuenta el hecho de que Sapnap no podría distinguirlo entre tantas personas aglomeradas en un mismo espacio. Aprovechó la oportunidad que se habia presentado para despistarlo y conseguir salir de allí sin ser cazado como una estúpida e indefensa presa siendo acechada por su depredador.

Mientras Sapnap intentaba abrirse el paso entre tantas personas inútilmente, George ya se había marchado de allí como tendia a hacerlo desde un principio. Y ahora que estaba lejos de su vista no tendría que preocuparse por él durante un buen tiempo. (Aprovecharía su reposo al máximo.)

Una vez se habia asegurado de que lo perdió, se dispuso a regresar a su casa. Estaba seguro de que al menos por una vez lograria descansar plácidamente después de haber sido participe de menudo maratón en el cual había salido victorioso.

Sapnap, por otro lado, estaba más que furioso. Una vez había conseguido pasar a través de la masiva multitud de gente, se había percatado de que George ya no estaba allí.

Él había huido.

Él había escapado de sus garras.

Apretó su puño con fuerza e impotencia, pensando en todo lo que lo esperaba en el plazo de los próximos 30 días.

No podría seguir huyendo durante mucho más tiempo. Ahora que había cerrado el trato, estaba acabado.

𝟯𝟬 𝙙𝙖𝙮𝙨 | 𝘿𝙉𝙁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora