30 de marzo 2022
Creo que acabo de hacer un momento muy incomodo o raro, la verdad es que no lo sé.
He estado toda la mañana hablando por mensajes con Alexia, claramente las dos aburridas de las clases, ella sobre todo porque me enviaba fotos random cada minuto. Al momento del almuerzo ella me secuestro de mi grupo de amigas y recorrimos cada pasillo del colegio, de la mano, abrazadas, riéndonos y empujándonos, sí, nuestra manera de querernos es un tanto complicada. Es una relación de cariño odio, claramente más odio por los comentarios de burla entre nosotras.
Leyla: Al lado estaba mi primo
Leyla: Primaaa
Alexia: Cállate
Leyla: Bueno, si no quedas en mi familia, yo quedo en la tuya
Alexia: a
Alexia: ¿Qué cosa?
Alexia: ¿Cómo eso?
Alexia: Estúpida explícate
Leyla: a
Alexia: Explícate
Alexia: Ahora
Sonreí tiernamente ante el sticker de Pocoyó enojado que me envió, ella es demasiado tierna.
Leyla: La cagué
Me mandó una foto con un mensaje
Alexia: Así que ahora explícate
Alexia: Que tampoco quiero ser tu prima
Alexia: AKJSKJSK
Alexia: Es muy menor el idiota
Leyla: Pero sjksjks
Alexia: Explícate mierda
Alexia: Ahora
Leyla: Lía está bonita
Mandé un sticker de Harry Styles corriendo y solté el teléfono rápidamente sin salir del chat, ella vio el mensaje al segundo. Es demasiado chismosa.
Alexia: a
Leyla: Literalmente a
Alexia: Será
Alexia: Sufre ahora
Leyla: No
Leyla: Solo dije que estaba linda
Y no miento, ella es bonita, tiene un aire que hace que todos estén atentos a ella, serán sus piercings o su manera de caminar y los outfits, pero tiene algo que llama la atención.
Alexia: Ajá
Alexia: Aunque ella no vendría siendo mi prima ahora
Alexia: Pero nos tratamos como tal
La conversación se sintió rara por unos minutos, pero volvió a enviarme fotos de ella con una amiga, son un chiste ellas dos, me da risa como me envían fotos y mi teléfono empieza a colapsar de la nada. Vi la hora y le recordé que debía sacarse un aro que tenía puesto si iba a hacer ejercicio, sin embargo, siguió enviándome fotos, lo que me dice que no hará ejercicio.
Sonreí al recordar que el día de ayer me dijo que se había caído, ¿Y cuándo no? Siempre se cae, se la pasa en el piso y no entiendo cómo es que pasa eso.
Los días pasan rápidamente, nuestros mensajes inician con los buenos días y terminan con las buenas noches, nuevamente volvimos a hablar todo el día, tanto en el colegio como por mensajes y eso me hace sentir bien, se siente bonito volver a tener a mi mejor amiga todos los días, poder saber sobre su bienestar.
Sin embargo, la preocupación se hizo presente en mi pecho cuando me dijo que había golpeado la pared, justificándose con que hace mucho que no se hacía daño. Sería hipócrita de mi parte decirle que no debe hacerse eso, porque en mi tiempo también lo hacía, y sé que mis palabras no cambiarán el cómo se siente porque en donde está no le hace bien. Solo me queda darle mucho cariño, hacerla sentir bien, estar atenta a ella y demostrarle que no está sola.
Ella es muy especial para mí, no sé qué haría sin ella. Es esencial en mi vida. Mi mejor amiga, y si no está ella, ¿Con quién haré intercambio de sudaderas?
Con el pasar de los días solo quería cuidarla y cuidarla cada vez más. No sé qué haría sin ella, no merece todo lo que le está pasando. No saben cuanto me gustaría guardarla en una cajita de cristal para que pueda hacer lo que le gusta ahí, sin que nadie la moleste y yo solo pueda mirarla y cuidarla.
8 de abril 2022
Desde ayer que estoy nerviosa, y todo porque Alexia me pega su nerviosismo. Se iba a probar para un equipo de futbol femenino, yo sé que la van a aceptar porque es la mejor, sin embargo, ella se llena de estrés antes de tiempo y piensa que no la aceptarán. Pero ahí estoy yo, prácticamente rezando para que vean lo talentosa que es.
11 de abril 2022
Los últimos dos días Alexia ha estado rara y me ha repetido varias veces que tiene miedo y que debe hablar conmigo, ha subido varios videos con canciones tristes y así, debe de estar con inseguridad por su primer entrenamiento con el equipo.
La clase de la mañana ya estaba por terminar y el receso de pocos minutos está por llegar, mi teléfono empezó a vibrar rápidamente, Alexia me envió el mismo mensaje varias veces para llamar mi atención.
Alexia: Quiero hablar contigo
Alexia: En este receso
Leyla: Yap
Leyla: Tengo miedo
Una parte de mí quería decirme que no era lo que estaba pensando, pero sus actitudes eran un tanto obvias, a pesar de que solo es una idea de mi mente, la ignoré.
Alexia: ¿Vienes a mi sala, o yo voy a la tuya?
Leyla: Voy a tu sala
Apenas sonó el timbre salí de mi salón, encontrándome con toda la gente que salía, intenté no voltear los ojos, pero fue algo instantáneo, odio a las personas. Seguí mi camino hasta que llegué a su salón y nos fuimos caminando hasta el patio, donde nos sentamos en unas bancas y empezamos a hablar de temas triviales, hasta que se puso seria y yo me preocupé.
—¿Qué pasó? —Pregunté
—Me gustas —soltó de repente
Pestañeé un par de veces, analizando lo que me acaba de decir. Mi mente tenía razón, le gusto a mi mejor amiga y lo dice como si nada.
—¿De verdad? ¿Lo dices en serio? —Pregunté
Estaba confundida, ¿Cómo era eso posible? No entendía lo que estaba pasando.
Es mi mejor amiga, en ningún momento hemos tenido distintos comportamientos como para confundir las cosas, ¿O sí? Muchas personas lo pensaban, la manera en cómo nos tratábamos, las veces que nos decíamos te amo, la verdad es que si tiene sentido el que esto esté pasando.
Le gusto.
—¿No vas a decir nada? —Preguntó
Su mirada demostraba todo, la razón por la cual tenia miedo era porque temía que la rechazara. Me mordí el labio. Ella no me gustaba, sí, era linda, sin embargo, no me gusta nadie y no quiero nada. Estoy bien así.
—Alexia, yo no quiero perder nuestra amistad. No quiero que las cosas cambien —mi pecho se apretó, se sintió raro decirlo, pero su mirada. Su mirada me hizo sentir la peor persona del mundo.
Nos quedamos en silencio un momento, le rompí el corazón. El miedo que ella tenía lo cumplí, le hice lo peor del mundo a mi mejor amiga. El receso terminó y como era costumbre me fue a dejar a mi salón, me giré a mirarla y me paré en puntitas para darle un besito en la frente, sin embargo, su mirada me dijo que hice mal.
—Así no ayudas —susurró
—Perdón —murmuré
Se giró para ir a su salón y yo entré al mío.
Me duele el estómago.
ESTÁS LEYENDO
Hasta que pudimos coincidir
Ficção AdolescenteLeyla no sabía que en poco tiempo su vida se volvería un campo minado, que cada paso que daba podría hacer que algo explotase y que generara una desgracia. Se sentía así luego de darse cuenta que su vida no estaba yendo por el camino que quería, qu...