- ¡SUELTAME! ¡Voy a matarte Naruto!
Neji la tenía sujeta de la cintura.
Al instante noto como su prima se iba ir contra su esposo.
El cual cubría a su acompañante para evitar algún accidente.
- ¡MALDITO BASTARDO! - su mirada se dirija también al Uchiha, el cual se ocultaba detrás del rubio - ¡ENFRENTE DE NUESTROS HIJOS! ¡LOS TENIAS AQUÍ COMO SI DE UNA EXCURSIÓN FAMILIAR SE TRATARA! - lágrimas de impotencia invadieron sus ojos - ¡EN MI PUTA CARA! ¡TE LO ESTABAS COGIENDO DONDE TUS HIJOS DUERMEN CERDO!
- ¡ya basta Hinata!
La fuerte voz de Minato la hizo reaccionar un poco, aun en los brazos de su primo respiraba fuertemente, su vista se dirigió a sus hijos.
Himawari lloraba en los brazos de Ino, la cual escondió el rostro de la pequeña en su pecho.
Y Boruto la miraba nervioso mientras tomaba la mano de Menma.
La Hyuga suspiró y se sacudió bruscamente de su primo, que al verla más tranquila le soltó.
Se dirigió a Ino y le susurro algo mientras le quitaba a su hija y la cargaba.
La pequeña se abrazo de su madre, ocultando su carita en el cuello de esta, aun sollozando.
Tomó la mano de su hijo mayor y lo jalo haciendo que soltara a Menma, algo que no le agrado para nada, pero su corazón dolía de angustia, al punto de querer tomar el lugar de Himawari.
Sin decir nada más se dirigió a la salida del hotel con sus hijos.
Era lo único de valor que necesitaba.
- Hinata - llamó el rubio preocupado - ¿Do-Donde los llevas? - se acercó despacio pero antes de que pudiera estar a un metro de ellos dijo.
- contrata tu mejor abogado, por que te juro Naruto ¡Te juro por mis hijos que no los volverás a ver!
Sin más, salió del hotel y dejó al rubio devastado que calló de rodillas.
Ahora los había perdido a ellos...
Estaba pagando todo lo que debía.
Sasuke por su parte quería huir de ese lugar, localizó a su hijo con la mirada y se acercó rápido.
- te dije que debíamos irnos - cargo a su pequeño que se veía confundió por todo lo que pasaba.
¿Ese rubio de ahí era su padre?
¿Por qué su madre no se lo había dicho?
- ¡¿A dónde crees que vas bastardo!?
Una castaña muy parecida a Hinata se le acercó furiosa.
- ¿¡Crees que puedes humillar a mi hermana y después salirte con la tuya!?
¡Mierda!
Quería evitar un conflicto.
Iba a salir huyendo, pero no pudo evitar ver a Naruto que aún en el suelo de rodillas.
Su lado racional le decía que lo dejara ahí, realmente no era alguien que valiera la pena.
Pero su corazón le rogaba que lo ayudara.
¿Qué debía hacer?
Esa chica cada vez se acercaba a el y ni hablar del hombre que anteriormente sujeto a Hinata.
Este le miraba como si quisiera arrancarle la cabeza.
- No te acerques a él.
Dos varones se pusieron delante, como si tratarán de protegerlo.
