Capítulo Cinco

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La gente que tiene accidentes, suele decir que todo lo ven en cámara lenta, lo cual  parece una tontería.

Pero esta vez los que vieron todo en cámara lenta fueron las madres de los accidentados.

Los ojos de ambas personas se abrieron a más no poder, ver a sus hijos apuntó de caer en ese ascensor que se encontraba en el octavo piso era una desgracia total.

- ¡BORUTOO! - grito la mujer con desesperación que iba salir corriendo de la sala de mantenimiento pero fue detenida por el gerente.

- ¡debe calmarse!

- ¡QUÍTATE! - lo pateaba y rasguñaba como una madre gata que debía proteger a sus retoños - ¡QUE TE QUITES!...¡por favor! - iba cayendo de poco a poco, quedando en los pies del hombre - te lo suplico...

- ¿Sasuke-Kun? - le llamo Ino al ver que ni si quiera se movía - ¿Sasuke estas bien?

- Menma...

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Pasado

- ¡Esto duele como el infierno!

Se encontraba en una camilla, tenía fuertes contracciones y estaba conectado a un millón de cosas, eso lo ponía muy de malas.

En especial la maldita cosa en donde se podían oír sus latidos, sentía que en cualquier momento sonaría el típico pitido que anunciaría su muerte.

- Teme mi amor, todo estará bien - beso su cabeza y sostuvo su mano con amor.

- ¿bien? - el azabache le dio una mirada de odio - oh no Naruto esto no está bien - apretó su mano con fuerza, haciendo que el rubio se retorciera de dolor - bien será cuando me saquen este bebé y te corte las bolas maldito pervertido ¡aaaah! - solto su mano al sentir otra contracción, lo que Naruto le agradeció al bebé.

- toc toc  - entró una doctora castaña junto a dos enfermas - ¿Cómo estas Sasuke? - se acercó a revisar su presión - ¿cómo van las contracciones?.

- muy bien - respondió Naruto - más cuando el maldito Teme está apuntó de romperte la mano.

- ¡tu te lo buscas por hacerme esto! - lloro - eres un dobe malo y pervertido.

- Teme...mi amor - se le iba acercar al verle llorar, pero fue detenido por una enfermera - señor Namikaze, necesitamos que nos traiga un té helado con extracto de vainilla por favor.

- ¿Qué?

- lo que escucho señor, en esta ciudad es una costumbre que los embarazados lo beban, les relaja.

- ¡ya entiendo! - tomó su chaqueta y cartera - té helado con vainilla, te helado con vainilla, té helado con vainilla - salió susurrando para no olvidarlo.

- ¿por qué...le dijeron eso? - preguntó el Uchiha agitado.

- para deshacernos de él - le sonrió la doctora - algunas veces los padres en vez de ayudarnos, suelen alterarnos más.

- ni que lo diga doctora, mi esposo se desmayo justo cuando salió mi bebe - suspiro recordando una de las enfermeras.

- al menos tuviste suerte - dijo la otra - el mío me daba porras como si estuviera en un partido de fútbol, incluiso cuando nació insistía en llamarle "Messi"

- son ¡aah! unos...idiotas.

- Tal vez, pero recuerda que los bebés también son parte de ellos, se siente emocionados y a la vez nerviosos.

Mamá y MenmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora