Entre Cámaras | Carlos Sainz

Capítulo 16

La tranquilidad de la noche nos arropa, Sara a mi lado haciéndome piojito mientras buscamos que ver en la televisión, Lando al otro lado de la cama viendo el menú del hotel, repasándolo una y otra vez tratando de encontrar algo que logre convencerlo.

Después del desastroso encuentro, mis dos amigos decidieron quedarse conmigo para hacerme compañía y a pesar de insistirles diciéndoles que no era necesario que hicieran eso ninguno desistió de la idea, así que estoy dejándome consentir por ambos.

–Lando–interrumpo su concentración en el menú–¿tu sabes a que se debe la actitud de Isa hacía mi?

–No–dice inseguro–yo creo que es por lo del rumor.

–También creí eso, pero después de platicar con ella no estoy tan segura.

–¿Qué fue lo qué te dijo?–se une Sara a la conversación.

–Dijo que no creía que solo fuéramos amigos lo cual me extrañó, no creo que no haya visto la storie de Carlos, ustedes más que nadie saben que eso es cierto, así que no entiendo porqué no creerlo.

Ninguno dice nada, Sara solo asiente y Lando voltea de nuevo al menú haciendo caso omiso a mis palabras.

La cena se ha decido después de un largo débate sobre qué es más rico para cenar, si una hamburguesa o una pasta.

Escuché por media hora a Lando argumentar que la hamburguesa era la mejor opción para cenar y ver películas y Sara defendió que contenía muchas calorías para su dieta, a lo que nuestro amigo refuto con un "seguramente la pasta con un kilo de queso encima es mejor" y a decir verdad ambos tenían razón, Sara no se ponía límites en la elección de queso y seguramente ambos terminarían comiendo lo mismo en cuanto a calorías pero esa pelea la había ganado Sara.

A veces, solo a veces, disfrutaba no ser parte de su dinámica, estar tanto tiempo juntos en ocasiones provocaba que no se aguantarán un solo minuto cerca, eran como dos hermanos peleándose pero amándose al mismo tiempo.

Tocan a la puerta y Sara al estar más cerca es la primera en ponerse de pie para abrir, Lando y yo nos enderezamos para por fin poder cenar pero nadie entra y Sara vuelve a nosotros.

–Te buscan en la puerta Murphy–le dirige media sonrisa a Lando.

Me arrastro a través de la cama, me pongo de pie y camino hacia la puerta, en el umbral está Carlos mirando hacia el techo esperando a que salga, conecta su mirada con la mia y esboza una pequeña sonrisa, volteo hacía dónde están mis amigos y están tan enfrascados en la televisión que no me prestan atención y aprovecho para salir.

–Hola–camino hasta estar frente a él.

–Necesito que hablemos–salgo otro poco y cierro la puerta detrás de mi.

–¿Sobre qué quieres hablar?

–Sabes que tenemos muchas cosas por hablar.

Aquello era cierto, una plática interrumpida por Charles y Charlotte en Miami y el alcohol de por medio el jueves por la noche nos habían impedido tener una conversación decente sin interrupciones. Desde que nos reconciliamos no hemos tenido la oportunidad de hablar, y después de todo lo ocurrido hoy estoy hambrienta de respuestas.

–Vale pero aquí está Lando y Sara–señalo hacia la puerta de la habitación.

–Salgamos a dar un paseo, conozco un lugar cerca donde podremos platicar tranquilos.

–¿No crees que es algo tarde?

–Estaremos bien, es muy seguro aquí al rededor y regresaré contigo.