Esperando-té

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No conté los días que estuve en este cuarto de hotel aislandome, llorando, durmiendo, pidiendo vino a la habitación acabando las botellas y durmiendo más por ebria. Debí haber hecho trámites para regresarme a Los Ángeles pero era necesario desintoxicar todo dolor de mi cuerpo.

Lloré escribí y me dormí de nuevo , así por al menos una semana hasta que ya era suficiente y decidí ocuparme a buscar vuelos. Aparentemente algo en mi visa se venció. Por supuesto más de ocho meses aislada, me esperaba un gran problema cuando volviera a casa mi agente, la compañía discografica todo iba a ser un caos. Tal vez se imaginaron que morí o algo, y si era mi culpa porque tenía una línea telefónica de Inglaterra ahora literal mi número cambio. No sabía nada absolutamente nada sobre los trámites para salir del país
En mi cabeza aún resonaban las palabras "esposo, matrimonio" que tanto mencionaron cuando estuve hospitalizada y claro que todos los trámites migratorios serían más fáciles si estuviera casada y fuera la señora de Quinn esto me llevo al arrepentimiento y unas ganas de hablar con Joseph esta vez iba a ser yo la qué se rebajaría a disculparse y buscar Una reconciliación de todas formas ocupaba de su ayuda para buscar la embajada. Me puse creativa que tal si lo invito a tomar el té tratamos de arreglar las cosas y de paso le solicito ayuda para tramitar mi viaje de vuelta a casa.

Puedo tenerlo cerca, pensé puedo recuperarlo. Rebusque entre mi ropa que de mala forma había desorganizado en mi maleta, aunque unas prendas faltaban porque la estúpida de Lizzie las había tomado, logré salvar el vestido que me quería poner. Mi intensión era lucir suave, indefensa, dulce. Sé que eso no se me da muy bien pero lo intenté, solo tenía dos vestidos que me quedaban uno negro con un gran escote y uno de leopardo. Para armonizar el vestido de leopardo me coloque una camiseta por debajo y panties negras lisas.

Ya había sido un dolor de cabeza para la recepcionista del hotel. Baje lista bañada y con un perfume fresco algo cítricos el que utilice la primera cita que tuve con Joseph, esa cita donde comimos pasta y yo vestía su hoodie. No sé que le gustó de mi pero tengo que recuperarlo o al menos recordarle que me quiere.

Yn: Hola - dije apoyándome sobre el mostrador,la recepcionista cree que no ví como puso sus ojos en blanco al darse cuenta que era yo, sonrío con hipocresía mientras me atendía , consulte por el mejor lugar cercano donde ir por el té tradicional que beben por la tarde con reposterías , de lo que yo tenía conocimiento gracias a la abuela Quinn. Estaba segura que el de un restaurante jamás se igualaría a los scones recién horneados de la señora pero solo quería tener un lugar seguro donde Joseph sintiera que yo no era ninguna amenaza.

Hola, debemos hablar. Te veo a las 4 en 'Candella ' 

Ese fue el mensaje de texto que le envié fue frío y directo pero estaba muriendo de miedo, perder la dignidad o rogar no es algo con lo que estuviera familiarizará y definitivamente no me haría sentir cómoda. Camine por la ciudad suficiente como para calmar la ansiedad pero no lo suficiente para sudar, me mantuve fresca todo este tiempo. A la sala de té llegue a las 3:40 puntual porque Joseph es puntual y quería estar yo ahí primero para no hacerle esperar. Me pareció misterioso que no respondiera al mensaje, pero le esperé. Esperé los 20 minutos antes de que fueran las cuatro, la mesera de acercó dos veces , una cuando apenas llegué y otra cuando habían pasado los minutos. Cuatro y diez cuatro y quince cuatro y veinte , mientras esperaba en mi mente se reproducían  recuerdos, o un repaso de lo que habíamos sido al momento, la sonrisa de Joseph cuando le insistió a Eduardo porque nos presentará , todo un caballero, como tomó de mi brazo antes de que me tropezará en el balcón del after party, su mirada atenta cuando cuido mi resaca. Nuestro primer beso, nuestra primera intimidad , apreté el borde de la mesa al recordar cada caricia sé que me veía como una estúpida sonriendo sola. Una vez más la mesera se acercó, pedí que me sirviera con pena. No podría seguir ahí más tiempo si no ordenaba.

Trajeron a la mesa los clásicos tres platos en pisos, el primer piso con sandwiches salados, el segundo con reposterías dulces rellenas de jalea o crema y el último piso  con más postres.

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Sirvieron mi té, quince minutos para las cinco. Ni un mensaje de respuesta Joseph no llegó. Tuve que comerme todo lo que estaba frente a mi, la soledad no molesta pero es incomoda cuando tienes expectativa de compañía, devoré  la repostería , me comí mis emociones y bebi al menos tres tazas más de té. No fue un sentimiento nada bonito me sentía a explotar y arrepentida de comer tanto. El deseo de huir que sentí hace unos días volvió y lo lleve a cabo.

Volví a ser el dolor de cabeza de la recepcionista para que me asistiera con los trámites para volver a casa. Mañana me iría aunque así fuera en vuelo de media noche. El mensaje de Joseph llegó pero hasta las nueve de la noche cuando me encontraba empacando de nuevo lista para volver a cada. Su texto decía

Lo siento,estaba en una convención en París. Cuando regrese a casa te escribo

Ya tenía conocimiento de que esas convenciones tardaban mucho y le mantenían ocupado e incluso cansado pero un texto de Joseph nunca habría Sido tan seco, literalmente me dió la impresión de que fue escrito por un robot y esto me enojo demasiado. Me enojo al punto de que saque el chip del teléfono y lo lance por la ventana del hotel. Ala mierda todo me desapareceré.

 Rockstar Boyfriend Yn y Joseph Quinn +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora