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En el tranquilo apartamento de un chico callado en el centro de Seúl, todo parecía ir bien. Vivía su vida de forma pacífica, disfrutando de la tranquilidad que le brindaba su hogar. Sin embargo, todo cambia cuando el apartamento
de al lado es ocu...
Yeonjun se encontraba sentado en su apartamento, observando por la ventana el edificio de enfrente. Desde que había escuchado de taehyun los rumores de que sí tenía vecino, no podía evitar sentir una curiosidad incontrolable. ¿Quién sería esa persona que ahora habitaba el apartamento vecino al suyo? Su imaginación volaba, creando todo tipo de historias y perfiles para su misterioso vecino.
Decidió que ya era hora de saciar su curiosidad. Se levantó del sofá y se preparó para salir. "Voy a dar un pequeño paseo y, de paso, echar un vistazo al apartamento del nuevo vecino", pensó mientras cerraba la puerta tras de sí.
Caminó por el pasillo con una mezcla de nerviosismo y curiosidad. Que tal sí lo que habría detrás de esa puerta fuese un señor viejo y gordo. Al llegar al apartamento en cuestión, Yeonjun notó que la puerta estaba entreabierta. Su corazón latió más rápido y, sin pensarlo dos veces, decidió entrar.
Dentro del apartamento, Yeonjun se encontró con un lugar ordenado y acogedor. De repente, escuchó un ruido proveniente de la habitación contigua. Se sentía cómo un acosador o inclusive un ladrón, entrando a hogares sin permiso, pero era tal la curiosidad que sentía como si lo estuviese matando. Así cómo dice el dicho la curiosidad mató al gato.
Siguió el sonido hasta encontrarse con una escena que lo dejó sin aliento: allí estaba Beomgyu, el chico más encantador y atractivo que había visto en mucho tiempo.
─Si... Si quieres te puedes llevar todo lo que veas ─dijo Beomgyu, rompiendo el silencio, en un tono asustado.
Yeonjun negó rápidamente con su cabeza, incapaz de articular palabra. Su mente estaba abrumada por la atracción instantánea que sentía hacia Beomgyu. Su intención no era asustar
─¡Oh, espera! No, no. No quiero llevarme nada, de verdad ─intervino apresuradamente, intentando disipar el miedo en la voz de Beomgyu─. No tienes que preocuparte, no estoy interesado en tus pertenencias. No tengo intención alguna de llevármelas. Sólo vi que tenías la puerta abierta y justo pasaba...
Beomgyu frunció el ceño, aún desconfiado.
─¿En serio? Por un momento pensé que estabas pensando en robar algo de mi apartamento ─dijo Beomgyu, con una mirada cautelosa─. No tengo nada de valor, así que...
─Además, que mala costumbre de entrar a las casas ajenas sin permiso, si sabes que pareces un ladrón, ¿No? ─Añadió.
─No, de ninguna manera. No soy un ladrón ni tengo ningún interés en saquear tu lugar. ─explicó Yeonjun, con una sonrisa reconfortante─. Mi intención era conocer quién vivía aquí .
Beomgyu pareció aliviado al escuchar esas palabras salir de su boca.
─Uff, por un momento empecé a rezarle al de arriba─dijo Beomgyu, riendo nerviosamente─. Supongo que soy un poco desconfiado a veces, disculpa por eso.
─No te preocupes, entiendo perfectamente. Pero te aseguro que no tienes nada de qué preocuparte. Estoy aquí para establecer una buena relación vecinal y disfrutar de nuestra convivencia ─aseguró Yeonjun, tratando de transmitirle confianza─. Entonces, ¿qué te parece si dejamos atrás esta confusión y comenzamos de nuevo, como vecinos amistosos?
Beomgyu sonrió y asintió. ─Suena bien, supongo.
Sin embargo, Beomgyu no tenía ni idea del revuelo que su nuevo vecino iba a provocar. ¡Oh, pobre Beomgyu, realmente no sabía lo que le esperaba!
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