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beomgyu había salido en rumbo a casa de su mejor amigo, a causa de todo el ruido que yacía en el apartamento que recientemente había sido ocupado. Silenciosamente iba abandonando su pequeño hogar, sin tratar mucho de llamar la atención.

Rumbo a casa de hueninkai, beomgyu hizo una minúscula parada en cierta tienda de conveniencia cerca del hogar del susodicho, comprando así ciertos dulces que sabía que le gustarían al menor, aprovechando también para comprar su café favorito. Pagó y salió a paso acelerado a casa del menor.

Al estar en frente de la casa de su mejor, sintió vergüenza, ya que pensándolo a profundidad, no era muy pertinente llegar a casa ajena a tan altas horas de la noche, fría y oscura. Tocando aquella puerta desgastada de color vino tinto, esperando a ser abierta. Tres fueron los golpes que tuvo que dar para ser escuchado y finalmente ser atendido por kai.

─Mañana hay misa para sordos ─ pronunció beomgyu en un tono burlesco entretanto le abrían la puerta.

─Chistosito ─ Contestó de mala gana por el sueño que tenía encima ─Pasa, hyung.

─Gracias. ─Extendió su mano para entregarle la bolsa con dulcesitos, sin antes sacar su café para beberlo.

─Oh ─ miró la bolsa, mientras se le iluminaban los ojos viendo su dulce favorito ─ Hyung, gracias a ti, sabes que es mi favorito.

─Si, sino no me abría. ─ kai soltó una gran carcajada, dirigiéndose a la cocina para conservar las confituras que el mayor le había traído. ─Ponte comodito, beomgyu ah.

─Tu sillón es muy agradable, hueningie. ─ Llevó sus brazos detrás de sus suaves cabellos. ─ Uhm

─ Cuéntame, que te trae por aquí.

─Tu sabes ningning...

─No, no sé, hyung.

─ Ah. ─ suspiró con incomodidad ─Han ocupado el apartamento de al lado, y sabes que el ruido no me gusta mucho. ─Dio una pausa. ─ Así que decidí visitarte y quedarme dormir.

Kai sonrió de oreja a oreja, se sentía feliz de que su hyung haya decidido visitarlo.

─Quieres beber algo, o vamos a dormir.

─hmm, yo quiero otra cosa, hueningie.

─¿Qué?

─So. ─ Bromeó divertido,  sacándole una risita al menor, tratando de calmar el ambiente─Quiero mimitos, puedes...? ─ Contestó con timidez.

─Oh, con qué eso era hyung. ─ Caminó hacia la puerta de su habitación, haciendole un gesto de acercamiento a beomgyu. ─Ven, vamos.

beomgyu abandonó su cómoda posición, para parase. Sintiendo como el frío del piso se apoderaba  su cuerpo. Se dirigió rumbo a la habitación del menor. ─ Necesito tus mimos para poder dormir ningning.

El mayor se dirigió al baño para cambiarse por su ancha pijama, seguido de lavar la cara y cepillar sus prolijos dientes.

Teniendo la cama ya en frente, kai tomó la iniciativa en abalanzarse sobre su grande y cómodo lecho, seguido de beomgyu. Adicionalmente, acomodándose para quedar bajo las grandes sábanas.

Beomgyu se acomodó , apreciando el gesto de su amigo. Realmente había tenido un día difícil, y el hecho de que Kai estuviera allí para él lo hacía sentir mejor. huenin empezó acariciando su brazo, y luego comenzó a jugar con su cabello, sacándole una risa a Beomgyu. Quedando finalmente dormidos.

quiet life ─ yeongyu auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora