Esta es la dura pero hermosa relación de Sirius Black, un chico que viene de una familia orgullosa y Remus Lupin, un licántropo huérfano y herido, los dos se aman pero se odian, de modo que el destino los une para cuidar al pequeño hijo de sus amigo...
Sirius, agradezco tu sugerencia y que hayas ofrecido tu casa para La Orden Del Fénix, ten por seguro que en 3 días todos nos reuniremos en tu casa a las 6:30pm
Albus Dumbledore
El chico sonrió al leer la carta tan corta y tras unos minutos se quedo profundamente dormido. Pasaron los días y por fin era la fecha fijada por Dumbledore, esa mañana Sirius despertó muy tarde, eran las 12:30 pm, se despertó y se movió lenta y torpemente para ver su reloj, cabe destacar que estaba medio dormido, al ver la hora abrió los ojos y se sentó de golpe en la cama con los ponchos aun en las piernas y su pecho desnudo (dormía sin camisa), vio hacia todas partes y se estiro, se levanto de la cama para ponerse una bata muy abrigada de color negro con tonos azules brillantes y se dirigió a la cocina, ahí le esperaban varios platos con diferentes tipos de com ida...como siempre, pero lo único que necesitaba en ese momento era una taza de cafe
-ugh- gruñó y comenzó a prepararse lo que quería, el elfo apareció a unos metros de el luego de que sonara en aquella habitación un chasquido fuerte y claro
-buena tarde señor Black
El chico se volvió hacia el un segundo y luego sitio en lo suyo -oh, hola anciano- dijo para luego beberse el café que había preparado -no tengo hambre realmente sabes? aun así gracias por preparar el desayuno...o almuerzo, no lo se- aclaro la voz -como sea tengo que salir, por favor limpia la casa y prepárame un baño, en cuanto regrese tengo que tomarlo
El elfo gruñó -y a donde ira señor?
-tengo que comprar vino para la noche ya que me termine lo que quedaba
-señor no debió beberse las 8 botellas de vino y licores en tan solo 2 dias, es un milagro que no tenga resaca ahora mismo, ademas, deberia comer un poco, no lo a hecho desde ayer en el desayuno, cuando tan solo comio un pan con mermelada
-lo sé anciano, pero son asuntos míos, haz lo que ordene- salió de la cocina dejando al pequeño elfo tras de si, pero antes de desaparecer de su vista se volteo tomándose del marco de la pared con una mano -gracias por preocuparte anciano...y si, tengo dolor de cabeza, pero tomaré algo y se ira- entonces se soltó y siguió caminando como tambaleándose un poco, fue a ponerse un abrigo y un par de botas
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(ignoren el bolso y ya)
y salió hacia la calle, el clima parecía menos frio ese dia, cosa que le facilito al pelinegro ir a comprar lo que necesitaba sin estar tan rígido por el dichoso frio
