Esta es la dura pero hermosa relación de Sirius Black, un chico que viene de una familia orgullosa y Remus Lupin, un licántropo huérfano y herido, los dos se aman pero se odian, de modo que el destino los une para cuidar al pequeño hijo de sus amigo...
Pasaron unos meses luego de esa noche, pero el tiempo solo empeoro las cosas, Sirius poco a poco dejo de comer, al dia de hoy solo comia en el almuerzo (y poco), las otras dos comidas se las saltaba, el licntropo lo obligaba a comer de vez en cuando, pero no siempre funcionaba. Por otra parte los dos parecian mas unidos (eso tampoco era algo muy bueno) Black se sentia algo incomodo al respecto ya que no queria volver a querer al castaño y este ultimo no estaba seguro de lo que queria, sin embargo no ponia resistencia con sus sentimientos y acciones, el se dejaba llebar y se decia a si mismo que lo que tendria que pasar pasaria y ya, en esos meses habia sido el cumpleaños del pequeño Harry, este ya hablaba bastante, aun que a veces solo balbuceaba, seguia llamando ma a Sirius y em a su otro tio, durante este tiempo los dos chicos conpraron una camioneta y un perro al cual llamaron Rita
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Al pequeño Potter le gustaba mucho jugar con ella y esta era muy paciente con el, justamente el presente dia los dos fueron a jugar al gran campo frente a la casa
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-Tranquilo Harry no corras tanto que te caerás- exclamó Sirius mientras se sentaba debajo de un arbol y los miraba jugar mientras abría un libro y se ponía a buscar la página donde se quedó, habia pasado un rato y de pronto llegó el pequeño y le lanzo un montón de flores a su tío
-son para ti ma
El chico cerro su libro
-son muy bonitas Harry
-si- afirmó el pequeño, entonces tomó varias y comenzó a colocarlas en el cabello de Black
- te gustan las flores eh Harry?
-si, son muy bonitas- cuando termino de poner flores en el cabello de este se fue de nuevo con Rita, el pelinegro sonrió y tomó una flor de las que aún estaban en el suelo, escuchó que alguien se acercaba y volteo hacia donde venía el sonido, era el licántropo, se sentó al lado del más bajo y le dio un amanzana
-gracias- los dos se sonrieron y luego se voltearon para ver al niño y Padfoot suspiro hondo llamando la atención del castaño quien lo miró como preguntándole que pasaba, entonces el animago sin dejar de ver a su ahijado dijo -sigue llamándome ma
-es eso algo malo o solo te molesta?
-no- no es-...simplemente no quiero sustituir... -recordó que no podía hablar de eso con el licántropo- no pasa nada, supongo....
-Sirius se que no quieres que te tome ese tipo de cariño porque no quieres sustituirlos...pero debes entender que eres lo que tiene
-no lo digas
-tienes que escucharlo
-no, no!, no es así, yo no soy su madre, debería odiarme por lo que hice
-Sirius- se acercó y le recogió el cabello -tienes que aceptarlo- dijo mientras el nombrado se quitaba las flores del cabello y al terminar se levantó y se fue caminando hacia la casa con rapidez, al llegar subió a la biblioteca y se encerró a escuchar música instrumental, se sentó en el suelo y abrazó sus piernas mientras el sol caía poco a poco en su cuerpo, quería no escuchar sus pensamientos ni sentir nada, pero su odio por sí mismo era más fuerte que el
Remus por su parte se quedó afuera y comenzó a jugar con Harry, una hora después todos entraron a la casa, Harry se durmió debido al cansancio y Rita fue a jugar con las ardillas que miraba por las ventanas, el castaño fue a donde estaba el niño y una hora después hizo té, subió a la biblioteca, puso las dos tazas en una mesa y se acercó a donde estaba Padfoot, este se encontraba sentado en el suelo tomando la parte trasera de su cuello con las manos
-Sirius
-...
-deja de mortificarte...por favor, primero te fuiste al bosque y no comiste nada durante tres días aparte de que te lastimaste y pudiste haber muerto ahí por la gravedad de tus heridas, después dejaste de comer a diario y ahora esto? que tratas de hacer eh?
-merezco ser castigado
-que?- no, Sirius deja de hacerte daño, hasta donde quieres llegar? quieres matarte?
El animago no respondió y esto hizo enojar al castaño porque sabia la respuesta
-escuchame, se que te sientes muy mal por lo que sucedió y que desde eso tienes depresion y te odias, pero no fue tu culpa
-callate!- trato de levantarse pero el licántropo lo detuvo y los dos comenzaron a forcejear
-no Sirius, no es tu culpa!, pensaste que todo estaría bien y que él los protegería, estabas actuando bien, estabas tratando de protegerlos porque los querías- por fin lo puso en el suelo y se puso encima para poder sujetarlo -quien les fallo es Peter!, el! es el culpable y el! merece ser castigado! así que deja de culparte maldición! deja de -se tranquilizo un poco y las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos- deja de hacerte daño porque me lastima verte así, cada día desde esa noche cuando llegaste deshecho, cada dia estas peor y me duele verte así porque yo te quiero mucho y me importas...y odio ver que te hagas daño y no poder hacer nada, odio no significar nada para ti y no poder estar ahi cuando me necesites porque ya no lo haces...ya no -sollozo, Sirius lo miraba fijamente y cuando termino solo miro hacia otra parte en completo silencio, pero luego se volvió hacia él, se levantó como pudo y lo abrazo poniendo su propia cabeza en su hombro
-...solo quiero significar algo para t-
A pesar de no querer ceder ante sus sentimientos y de el miedo que esto le provocaba, el pelinegro interrumpió al chico frente a él con un beso, un beso en el que pondría todas sus fuerzas para hacerlo sentir mejor
-tu significas mucho para mi Remus...tal vez más de lo que quiero o me gustaría y realmente no se si eso es algo bueno o malo, pero si significas algo para mi- entonces vio hacia abajo -disculpa si te lastime, nunca fue mi intención castigarte junto conmigo, pero realmente no me siento bien- Remus lo besó de nuevo y luego sonrió levemente
-entonces déjame ayudarte- susurró mientras las lágrimas caían y eran alumbradas por el sol reflejando arcoiris en cada una
