Capítulo 4

740 81 19
                                    

Espero les guste
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

Después de transcurrir un par de días, el tiempo se había convertido en un aliado para Hitori, quien finalmente había logrado recuperarse por completo de su enfermedad. La vitalidad había regresado a su cuerpo, y su rostro reflejaba un destello de salud restaurada, se encontraba ahora frente al espejo, meticulosamente peinando su cabello para estar presentable en su regreso a la preparatoria.

Sin embargo, ahora se encontraba frente a un nuevo día, un nuevo comienzo en la escuela. A pesar de su naturaleza introvertida, Hitori estaba ansiosa por retomar sus actividades cotidianas y reunirse con sus queridas amigas.

Futari:¡Me alegra que te hayas recuperado!
Hitori:*aún intentando quitarse un mechón de su pelo* Si... Gracias.
Futari:¡Ya le dije a Izuku-san de tu recuperación! Dice que pasará por la casa para ir contigo a la preparatoria.
Hitori: Oh...

La chica no se había percatado del verdadero significado que eso conllevaba, pasando desapercibido ante su comprensión hasta ese momento.

Hitori:¿¡Eh!?¿¡Por qué se lo dijiste!?*recién entendió*
Futari:¡Pero si es tu amigo!¿Por qué no se lo diría?
Hitori:(¡Ay no!¡Debo alistarme ya!¡Tengo que estar bonita!)

En lo profundo de su ser, sin ser consciente de ello, Hitori anhelaba que Izuku le dedicara un halago, un simple elogio, después de haber pasado por su enfermedad. No sabía exactamente qué tipo de palabras de admiración se le daban a alguien que se había recuperado, pero eso no importaba, ella simplemente deseaba escucharlo.

Motivada por ese anhelo, Hitori decidió tomar medidas. Se puso manos a la obra, se arregló y preparó su guitarra, dispuesta a hacer algo que nunca antes había hecho: aplicarse una loción especial en el cabello, con la esperanza de lucir un poco mejor. Desayunó con calma, se lavó los dientes y limpió su rostro con esmero, sintiendo una energía renovada y una determinación inusual.

Finalmente, se sentó en la entrada de su casa, con la mirada fija en la calle, esperando pacientemente a Izuku. Aunque su madre, su padre, su hermana y hasta su perro la observaban con cierta inquietud y curiosidad, podían percibir en sus ojos una mezcla de temor y emoción. Para ellos, ver a Hitori tomar estas acciones significaba más que solo el deseo de recibir un halago de su amigo; era un indicio de que gracias a Izuku, Hitori había encontrado una fuente renovada de felicidad en su vida.

Izuku:¡Hola Hitori-chan!*estaba feliz de volver a verla, bueno, más bien de verla otra vez. La había venido a ver todos los días para que no estuviera sola*

Izuku apareció, caminando con una calma que transmitía paz, y su rostro reflejaba una inocencia tan pura que era imposible resistirse a sonreír al verlo acercarse. Hitori se llenó de alegría al presenciar su llegada y, sin sentir ni un ápice de timidez, se abalanzó sobre él para abrazarlo con todo su ser, dejando fluir ese cálido gesto de afecto sin ningún tipo de reserva.

Hitori:*respirando muy hondo haciendo que el aroma de Izuku entre a sus pulmones*(¡Aaaah!¡Es izuku!¡Al fin puedo abrazarlo!) *Lamentablemente ella no pudo abrazarlo antes ya que probablemente lo hubiera contagiado*
Izuku:*extremadamente nervioso* B-buenos días...

Hitori se apartó, sintiendo vergüenza, después de haberse abrazado, ya que era consciente de lo atrevido que había sido de su parte.

Hitori:¡Lo-lo siento! Es que...*le dió una sonrisita* Estaba feliz de volver a verte.
Izuku:(Nos vimos antes de ayer....¡Que más da!) A mí también me da gusto volver a verte. Me alegra que hayas mejorado (Huele realmente bien) *se magnífico con el aroma*

Ambos amigos, sin necesidad de intercambiar palabras, tomaron la decisión de dirigirse hacia la preparatoria juntos. Durante todo el trayecto, un cómodo silencio los envolvió, permitiéndoles sumergirse en la agradable presencia del otro. No había necesidad de hablar, pues el entendimiento mutuo y la conexión que compartían eran más que suficientes para llenar el ambiente con una sensación reconfortante.Qué más habría que decir en ese momento mágico en el que el silencio hablaba más que cualquier palabra?

¿Qué te pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora