Ser digno... [Caricias×Padre]

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Era de noche el sargento caricias estaba en su hogar, alejado de las demás casas, no mucho pero si había cierta distancia, se había sentado en la mesa, era una casa solitaria, no estaba decorada, había un solo sofa, una sola mesa, dos sillas y era pequeña. Aveces pensaba en que estar solo era lo mejor, pero al pensar en los demás chicos, sentía cariño y que debería mudarse cerca, pero haya aprendido que cerrar el corazón era la mejor manera de no salir herido... Hasta que había conocido a padre, al estar con el siente una sensación cálida en el pecho y rostro, sonríe de más, que tiene se joven que lo hace sentir tan... Especial...

- Son estupideces... Quien es capaz de creer estas historias de ficción y.. Resucitar? Quien mierda hace eso?!

Repetía cuando estaba enfadado y leía la Biblia, reconocía que era real, una creencia, una religión que algunos osos seguían, el sargento tenía sus dudas ante acontecimientos de la misma. Dejó de cenar al oír un maullido débil en su puerta, al abrirla había una caja con un gato gris, apenas con unos pocos meses, lo sostuvo en sus manos, era del tamaño de las mismas, miro a sus lados, no había nadie, entró con el gato y se sentó en el sofá

- ¿Que comen estos gatos?...

Maullaba Y maullaba, miro al gato y sintió tanda felicidad, le dio un poco de leche, no sabía que comían, era tarde pero aún así llamo a padre el cual contesto al rato.

- Caricias que hace despierto a estas horas?...

- Si lo lamento por la llamada Ahm.. Cuando iba a dormir escuche maullidos y había un gato en mi puerta, solo le pregunto que pueden comer ellos, tiene pocos meses, que hago?

- No tienes ropa de mascotas... Uh.... Intenta darle algo de leche tibia, mañana iré con comida y te digo como cuidarlo

- Mmh, gracias padre, ahí corto

- Descanse bien caricias lo quier—....

DIOS MÍO CARICIAS, El peligrisaceo se sonrojo al instante, no debía hacerlo retomaba y tenía en cuenta que no era comportamiento de un sargento, pero una parte de él se habían sentido tan arrepentido de cortar... Le iba a decir

- Te Quiero?! Que palabras son esas padre?! Ah?! Acaso eres un... Eres eso?!

El sacerdote se quejaba frente el espejo, no pensaba en lo que decía, estaba alterado, quería llorar, estaba confundido, ahora sólo quería dormir y mañana sería otro dia....

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Eran las 3:45 de la madrugada, como era de esperar la joven de pelo amarillo estaba caminando por las casas, era una caminata que le tranquilizaba, miro a sus alrededores alternándose por los ruidos ajenos, eran pisadas lijeras, tenía que desmayarse, se desplomó

- Uh.. Fue más fácil de lo que pensé

La sombra arrastró a la joven hacia un pozo alejado de los hogares, jamás la encontrarían, eran metro de profundidad, o mejor aún, por alguna catarata, el muchacho satisfecho por aquel acontecimiento de hacer desaparecer a aquella mujer se fue a su cabaña, por que lo ha hecho? Que hizo esa mujer?, pues simplemente... Ha hecho que su corazón se despedazara, ella no le rompió el corazón oh no para nada, no fue el rechazo de la mujer, ella estaba con el hombre que anhelaba estar por el resto de su vida.