Si alguna vez has creído en los sueños, esos que hacen brillar los ojos de la gente con ilusión y un avisto de esperanza; entonces, puede que también creas en el amor.
¡Ja! ¡Qué gran locura!
Yo, como muchos seres vivientes, fui cómplice de esta atroz locura en forma de arcoíris.
Me enamoré. Sí, como lo oyes o como lo ves. Me enamoré verdaderamente por primera vez, no de un crush literario, un actor, un modelo, un cantante, un vecino o un mejor amigo o peor aún de un familiar. No. Simplemente me enamoré del hombre indicado, de la sonrisa prohibida, de la voz cautivadora, del actuar correcto y… de su forma de amarme… ¡No! Nunca me amó. Pero sí me enseñó a amar mis defectos y a aprovechar mis virtudes. Me mostró el cielo pero se llevó las estrellas, me mostró un jardín repleto de olorosas flores sin mariposas; me entregó rosas sin colores, luces sin brillo y, me devolvió mi corazón en trocitos.
Definitivamente me enamoré, pero al parecer lo hice sola y dolió. Dolió que al decirle TE AMO su respuesta fuese el silencio. Dolió ver que mis ojos brillaban al pensarlo pero ni conmigo enfrente lo hacían los suyos. Dolió que usase una montaña de frases románticas en ambas direcciones pero que de su parte no se sentían sinceras, sino un juego, a pesar de que no dejase de negarlo.
Dolió más de lo que pude llegar a imaginar, porque jamás pensé amar de tal manera.
Dolió porque nunca pudimos vernos en persona solo en fotos, videos y scky.
Sé que ya pasó un par de meses y debo superar esa etapa, quedarme con lo bueno y echar al olvido los malos momentos. Sin embargo, me es inevitable no recordar que lo quiero.
Lloro en silencio, en la soledad de mi habitación, sintiendo que me pierdo entre la nada, estoy ahogándome aunque intente respirar.
Lágrimas nuevas perlan mis ojos mientras otras surcan mi rostro como pequeños afluentes de un riachuelo.
Lloro por cada palabra dulce que me dijo.
“--Cariño, sabes que siempre estaré aquí para ti.”
“--Puedes decirme lo que quieras, sabes que te quiero mucho ¿verdad preciosa?”
“--Buenos días, hermosa. ¿Qué planes tienes para hoy? ¿Ya comiste?”
Lloro sin remedio ni pausa.
“--Princesa mía, ¿cómo estuvo tu día? ¿Qué tal la universidad?”
“--Eres mía, solo mía y de nadie más.”
Lloro con ganas y casi sin aliento.
Sollozo por cada vago recuerdo de los planes que un día tuvimos.
“--Te abrazaría cada noche, dejando un beso casto en tu frente, bella mía.”
“--Te compraré un boleto de avión para que vengas a visitarme y será un regalo de graduación. No aceptaré un no por respuesta.”
Entonces eran cosas tontas, ahora, son dolorosos recuerdos que casi me harán derramar hilos de sangre por los ojos.
Tantos planes que no hacen más que herirme y martirizarme en este momento.
“--Quiero mostrarte todos los sitios lindos de mi país.”
“--Te presentaré a mi familia.”
“--Viviremos juntos.”
“--Seguro que encuentras un trabajo súper rápido y ganas mucho más dinero que yo, ya que tu carrera es tan linda, como tú.”
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Los enigmas del amor [+18]
RomanceEn la vida hay tiempo para todo, incluso para las mariposas, los corazones, las alas de colores y las decisiones. Entonces... ¿Crees en el amor en todas sus formas y colores? ¿Crees en las religiones y los mitos de los ancianos? ¿Crees en el amo...