Capítulo 3

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Aburrimiento. Era la palabra perfecta para describir como se sentía Jonathan Kent en estos momentos.

La familia Kent iba rumbo al reino de Gotham para conocer al futuro esposo del Kent menor, Damián Wayne.

Honaestamente, Jon no se sentía preocupado, enojado, estaba un poco triste. Mayormente se sentía aburrido. El reino de Gotham estaba bastante lejos del de Metrópolis, eran unas tres o cuatro horas en carroaje.

Jon no era el único aburrido, de echo, toda su familia lo estaba, pero quien más lo mostraba era su hermano Conner.

-¿Falta mucho?

-No mucho, Kon, solo una hora más y llegamos. -respondió su padre de manera calmada.

Jon en casi todo el transcurso del camino miraba por la ventana del carroaje, estaba apreciando la naturaleza del bosque, ya que si, para llegar a Gotham estaban pasando un bosque, uno con mucha naturaleza en su camino.

El Kent menor suspiro cansado fijando su mirada en su madre, ella estaba tranquila durmiendo en el hombro de su padre, él solo estaba viendo sus manos como su fuera una de las cosas más interesantes del mundo, ni idea del porque. Su hermano estaba de brazos cruzados mirando por la otra ventana del carroaje con una cara molesta, cansada y aburrida. Supuso que es por el largo camino qué estaban recorriendo. No lo juzga ya que el estaba igual.

Jonathan decidió dormirse, o almenos tratar de hacerlo, para que el tiempo pasara más rápido. Así que eso hizo, se durmió la hora faltante para llegar a Gotham.

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En Gotham, más específicamente en el castillo del reino, se encontraba la familia real, o más bien los sirvientes de la familia, arreglando el castillo para que parezca precentable. Tendrían visitas y las tenían que recibir de la mejor manera posible, aunque no fueran las mejores visitas según el más pequeño-no tan pequeño-de la familia real, hablando de él.

Damián Wayne estaba alistándose lo más elegante qué podía. Tenía que dar una buena impresión según le había dicho su padre, ya que hoy conocería a su prometido, Jonathan Kent, qué descubrió que es tres años menor que el, Jason se burlaría de el llamándolo pedofilo o asalta cunas cuando se entere, solo Damián sabía eso, ya que pidió toda información a su padre sobre la persona con quien se casaría. Desafortunadamente no descubro nada más, ya que ni su padre ni nadie cercano ha visto a Jonathan Kent en sus vidas, así que además de casarse con alguien que Damian no conoce, también lo haria con alguien que nadie conocía. Eso lo hace peor.

Toc toc

-Dami, ¿puedo pasar?

Se escucho su puerta ser tocada y oír la voz de su hermano mayor, Dick.

Damian estaba por negarle el paso, pero no lo hizo ya que no podía ponerse su corbata bien ni su corona de príncipe.

Con un suspiro de resignación, dijo:

-Adelante. -hablo de manera fastidiada por estar batallando mucho con su corbata.

Dick tan rápido escuchó la afirmación de su hermanito entro a la habitación, y se encontró con una escena un tanto adorable a sus ojos.

Damian se encontraba con la corbata verde toda mal echa, y su corona de príncipe le colgaba de su cabello, ni idea de como no se ha caído.

-¿Quieres qué te ayude con eso? -preguntó el pelinegro mayor a su hermanito.

El moreno solamente asintió de manera leve y Grayson se acerco a él para ayudarlo con su ropa, que también estaba algo desordenada.

-Te vez muy lindo cuando portas tu vestimenta real, ¿lo sabes? -dijo Richard mostrando una pequeña sonrisa mientras acababa de hacer el nudo de la corbata.

Reino Kent-WayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora