Herederos (Wolfstar)

capitulo 1

Capitulo 1

Remus J. Lupin

Un 10 de Marzo, a la media noche, nació un hermoso niño en el bosque. El era Remus John Lupin, hijo de Hope y Lyall Lupin, heredero de ls tribu de hombres lobo.

Remus creció como otro niño más. Cómo todos en la manada, a los 5 años se unió oficialmente a la manada, ya que antes los consideran demasiados chicos como para salir con los demás. Incluso hay padres que preferían que sus hijos no se unieran hasta los 10 años, ya que era peligroso para ellos. Esta no fue una opción para el menor de los Lupin, ya que al ser el heredero “tenia que dar el ejemplo y ser fuerte” o al menos eso decía su padre.

La familia Lupin eran unidos, aunque muchos dijeran que Lyall no quería a su hijo, el lo hacía. Amaba a su hijo, solo era estricto, el quería lo mejor para su hijo y su tribu, por lo cual decía que debía enseñarle desde chico como funcionaba todo. Hope por otro lado, era mucho menos estricta y más permisiva con Remus. Nadie nunca negaría que Hope era la favorita de su hijo y que se amaban demasiado.

Lyall desde que remus empezó a caminar le enseño a cazar, cosechar y el funcionamiento de las cosas en la tribu, incluso si el no lo entendía, para el era entretenido llevar a su hijo y explicarle las cosas.
Hope desde que su hijo nació le empezó a cantar, leer y tejer cosas, lo cual hizo que remus se empezara a interesar en esas cosas, por lo cual su madre gustosa se lo empezó a enseñar, lo que hizo que el niño antes de los 6 años ya leyera con fluidez.

Toda la manada conocía y amaba a Remus. El era un niño muy inteligente y le encantaba ayudar. También tenía mucha fuerza y era demasiado rápido para un niño de su edad y contextura, incluso siendo un hombre lobo. Pero la mayoría decía que eso lo saco de Lyall, ya que el era igual de chico. Sin embargo, Remus también era muy amoroso y desprendía paz a donde sea que fuera, el siempre tenía un libro con el. Le gustaba escuchar las historias de las ancianas de la tribu y también hacia muchas travesuras, aunque pocas veces lo atrapaban, la gran mayoría sospechaba de el la gran mayoría del tiempo (y con razón) pero el niño era lo suficientemente astuto como para escaparse del castigo.

Asi creció, como cualquier otro niño de la tribu, y como los demás, a los 11 años debería empezar a ir con el resto de “normales” a la escuela.