𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 10

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Capítulo dedicado a mi primita Lizzie_366, a tí, mi arcoíris 🌈💜

Capítulo dedicado a mi primita Lizzie_366, a tí, mi arcoíris 🌈💜

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Laila

Está ahí parado sin dejar de mirarme. Sus ojos me analizan de una manera tan siniestra y detallada, como si estuviera pensando en hacerme algo malo.

—Jason, ¿Por qué me miras así? ¿Qué haces aquí?—Pregunté con mucho temor y nervios.—Jason, véte, por favor. No me siento bien, quiero estar sola.—Le pido tratando de que mi tono de voz no suene temeroso.

—¿No te sientes bien o no quieres verme?—Su pregunta sonó más como afirmación.—¿Qué sucede, Laila? ¿Estás nerviosa? ¿Tienes miedo?—Pregunta con una sonrisa burlona y yo niego rápidamente con la cabeza.—¿Ah, no? Entonces, ¿Por qué estás temblando? Puedo escuchar los tiernos latidos de tu pequeño corazón.—Aspiré aire sorprendida por lo dicho.

Jason se acercó a mí con pasos sutiles y se agachó a mi altura.

—¿Por qué me haces ésto? Aléjate de mí.—Pedí llorosa.

—No te estoy haciendo nada, y lo siento, nunca me voy a alejar de tí.—Peinó con sus garras mi cabello con una enorme sonrisa, pero enseguida aparté su mano de mi cabello.

—Pierdes tu tiempo, yo ya no te quiero cerca de mí, me asustas... ¡Me dás miedo! ¡Nunca te voy a perdonar lo que hiciste con mis muñecos de felpa!¡Por tu culpa casi me castigan! ¡Te odio, Jason!—Me metí a mi cama y cubrí mi cuerpo y cabeza con las sábanas.

A los pocos segundos, sentí a Jason subirse a mi cama y recostarse con cuidado a mi lado, haciéndome temblar.

—Laila—, Sentí escalofríos cuando Jason acarició mi espalda, por lo que opté por alejarme y recostarme en la orilla de la cama.—Lo hice porque me sentí celoso e inseguro, te ví tan contenta con esos peluches que no pude evitar sentirme molesto y celoso. No necesitas regalos, ni juguetes de parte de nadie, para eso me tienes a mí, yo puedo darte cosas mejores y mucho más que eso. Teniéndome a mí nunca te faltará nada. No necesitas nada de nadie, para eso estoy yo para hacerte felíz, nadie más—.

No le contesté nada, lo ignoro y finjo estar dormida.

—¡Mírame cuando te estoy hablando, Laila!—Jason me quitó las sábanas de encima y tomó bruscamente mis muñecas, obligándome a sentarme en la cama y mirarlo a los ojos.

—¡Jason, suéltame! ¡Me lastimas! ¿¡Qué te pasa!?—Grito un tanto asustada por su brusquedad.

—No lo hice con la intención de hacerte llorar, sino para que entiendas que sólo yo puedo darte regalos y que yo soy el único que puede hacerte felíz, muñeca.—Su tono de voz era amable, pero a la vez era un poco posesivo que me provocaba temor.

Su semblante se relajó y se dió cuenta de que me está asustando demasiado.

—Yo... Perdóname, muñeca... Lamento mucho haberte asustado, es que pensé que ya comenzabas a aburrirte de mí.—Jason se disculpó abrazándome, pero yo temblé un poco por el inesperado abrazo.—Quédate conmigo, nunca me cambies por nadie—.

𝐀𝐏𝐑𝐈𝐋 𝐃𝐎𝐋𝐋┃(Book 3) Jason The ToyMakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora