Especial

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Era un día realmente despejado y soleado. Se encontraban en un parque totalmente seguro, sin mucho ruido para no incomodarse.

Aunque estaba aburrido, no podía creer que de verdad se quedó tirado en el parque como un tonto a pesar de tener novio. Es que no quería molestarlo, estaba en un examen demasiado importante para él.

Aunque se moría de ganas de llamarlo, preguntarle si logró aprobar el examen, preguntarle cómo está, tenía muchas preguntas, pero no con una mala intención.

Finalmente escuchó su celular timbrar, lo sacó lo más rápido que pudo para ver que era la persona que esperaba.

"Hol-" No terminó de hablar porque el grito desde el otro lado de la línea.

-¡Reo!¿Cómo te fue en el examen?¿Estás bien?¿Nervioso?- Dijo rápidamente.

Se escuchó una risa por parte del otro lado de la línea también.

"No te preocupes, Nagi. Estoy bien, el examen fue genial, creo que exageré mucho, no estaba tan difícil." Respondió. "¿Y tú cómo estás?."

-Estoy bien, Reo. Ya te extraño.- Respondió con una sonrisa.

"Yo también te extraño, mi príncipe, ¿dónde estás ahora?, para ir a visitarte." Preguntó.

-Estoy en el parque.- Respondió.

"¿En ese parque?"

-Sí...

"Bueno, ya voy, espérame." Respondió.

Colgó el teléfono y soltó un gran suspiro, aún le costaba creer que de verdad había podido confesarse hace 2 meses.

[...]

Dios, pasar tiempo con Reo se le hacía demasiado relajante, era muy feliz.

Ahora mismo estaban echados en un árbol con normalidad, Reo estaba sentado en su regazo mientras Nagi lo abrazaba por la cintura y apoyaba su cabeza en su hombro.

Después algo dentro de él lo impulsó a empezar a besar en cuello del contrario, era su pasatiempo favorito por los suspiros y leves jadeos qué soltaba Reo por los besos.

Así que inició.

Sintió el mismo como un escalofrío corrió en Reo cuando hizo eso, así que siguió con lo que quería.

-Mm...- Dijo Reo y luego soltó unos leves suspiros. Luego hizo el abrazo de Reo más fuerte, pegándolo más a su cuerpo.

Siguió con su "trabajo" hasta que escuchó unos pasos cerca, por ende se alejó del cuello del contrario para que no los vean.

Era otra pareja, pero era una heterosexual, esto siempre generó una leve inseguridad en Nagi, tenía miedo de que en algún momento Reo se arrepienta y le empiecen a gustar las chicas. No, a él no le importaba qué los juzgaran, ni le tomaba importancia.

Cuando la pareja se fue, Reo esperaba que Nagi siga con los besos, pero al no recibirlos volteó a verlo confundido.

-¿Qué sucede?- Preguntó al verlo con la mirada baja.

Nagi lo miró con sus ojos apagados qué mostraban tristeza al mismo tiempo.

Reo, sorprendido, se volteó para mirarlo cara a cara, aún sentado en su regazo.

Lo agarró de los cachetes e hizo qué lo mirara directamente a los ojos.

-No me digas que estás pensando en eso.- Dijo en forma de burla, pero al ver como Nagi evitaba su mirada se dio cuenta de que no era ninguna broma. -Hey, hey, hey, Nagi. Mírame.

Idiota CelosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora