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Narra Jungkook.

Al momento en el que llegamos a casa,  estacioné el auto, al igual que bajaba rapidamente para después abrir la puerta de Jimin, el se tiró hacia mis brazos, intantaneamente pase mis brazos en su cintura. Le puse el seguro al auto y lo ayudé a caminar hasta la entrada de mi casa. Busqué las llaves en uno de los bolsillos de mi chaqueta, cuando las encontré, abri la puerta para despues adentrarme.

Jimin se removia inquieto en mis brazos al igual que dejaba besos humedos en mi cuello, hasta ahora no habia perdido la cordura pero ahora que estamos solos y sin que nadie pueda detenernos, es momento de empezar.

Narra Omniciente.

Jungkook juntó sus bocas en un beso humedo, los chasquidos resonaban por todo el lugar, poco a poco ese beso se  convirtio en beso mas pasional, las lenguas de ambos se tocaban e incuso llegaron al punto de enroscarse. Las manos del mayor acariciaban con lentitud las caderas de Jimin, la falta de aire se hizo presente en ambos, separandolos del fogoso beso, Jeon bajó sus besos al cuello del menor, creando marcas de por medio.

El de piel rosita soltaba jadeos al sentir la caliente respiracion del castaño en la piel de su cuello, esa parte de su cuerpo era muy sensible. Si bien se hallaba alcohol en su sistema, el ahora mismo sabía lo que estaba haciendo, y si hacerse pasar por un chico totalmente perdido en el alcohol le iba a dar una noche con el chico con el que había deseado estar desde hace mucho tiempo, el tranquilamente lo haría. Solo para que al menos se sintiera amado por Jungkook, aunque esto sea solo por una noche.

—Vamos a empezar a quitar esto... —Susurró el castaño al momento en el que empezó retirar la camisa blanca de Jimin, el nombrado estiró sus brazos hacia arriba para ayudar a Kook y retirar la camisa.

Las manos del mayor se colaron rápidamente a la piel rosita expuesta para el, acariciando con suavidad pero a la vez deseo, mucho deseo...

Las manos palidas al momento de hacer contacto con la piel del peligris, este sintió como estas quemaban, pero no en un sentido malo, todo lo contrario, se sintió tan bien...Muy bien a decir verdad...

El peligris después de sentir la caricias no se quedó atrás y también empezó a desabotonar la camisa de su mayor, y este también procedió a ayudarlo, ahora ambos con el torso desnudo procedieron a besarse nuevamente, juntantando sus bocas en un beso hambriento como antes, pero este un poco más intenso que el anterior, entre jugueteos y caricias el castaño llevó al peligris hasta su habitación, al momento en el que las pantorrillas de Jimin chocaron contra el borde, este se dejó empujar hacia atrás para poder caer en medio de la extensa cama.

Así dejándolo a él debajo y a Jeon con sus brazos a cada lado de su cabeza, también dejándolo arriba de Park, claramente sin aplastarlo, ambos juntaron sus labios nuevamente, cada uno se sentía adicto a los labios del otro. No querían parar y tampoco lo harían. En el mismo momento las manos traviesas de Park se dirigieron al abdomen del azabache y acarició este, y sus dedos delinearon el excelente eight pack del mayor. Si bien el peligris se sabía prácticamente de memoria el cuerpo de su mayor, verlo es una cosa, ¿pero tocarlo? Eso era otra cosa totalmente distinta.

Sus labios se separaron y el mayor empezó a dejar suaves besos desde el inicio de sus mejillas hasta llegar a el medio de su cuello, besándolo con humedad nuevamente, empezó a hacer marcas, quería marcarlo, dejarle millones de marcas, dejar en claro que Jimin era suyo, solo de él.

—Mmm~ K-kook~...

Los jadeos de Jimin llenaban el lugar completamente y se oían tan mágicos para Jungkook.

Jimin separó sus piernas dejando que Jungkook se posara entra ellas. Las manos de Jimin se separaron del torso al momento en que las palidas de Jungkook se posaron en el borde del pantalón ajustado de Jimin. Kook acarició el bulto visible en los pantalones del peligris, este ante las caricias soltó un gemido leve pero satisfecho.

Jungkook rápidamente desabrocho los pantalones de Jimin y los quitó de inmediato apreciando las largas piernas que poseía, estas eran largas y tenían un leve tono rosa, sus muslos eran gruesos y muy pero muy lindos, demasiado apetecibles a decir verdad.

Los labios del castaño se posaron en los muslos de Jimin nuevamente dejando marcas y suaves besos. Escuchando los dulces jadeos del menor. Tomó entre sus dedos el elástico del bóxer de Jimin y comenzó a bajarlo por las largas piernas del peligris, dejándolo expuesto ante la vista lujuriosa de Jeon.

Jimin se sonrojó levemente así que cerró sus ojos al momento en el que las manos del pálido acarició sus muslos y siguió acariciando hasta llegar a su trasero y amasarlo a su gusto, se sentía bien, muy bien.

Jungkook estaba muy excitado sentía como sus pantalones apretaban mucho, necesitaba liberar a su amigo, lo más pronto posible. Así que separó las manos de él trasero de Jimin, y las dirigió a su cinturón, desabrochando este al igual que su pantalón, quitó sus pantalones junto a su bóxer y los tiro al borde de la cama. Liberando su erección, sus líquidos preseminales se hacían presentes varias veces, acaricio su miembro y se dirigió nuevamente hacia Jimin.

—Da la vuelta, mi amor, muéstrame lo lindo que eres...

Jimin acató la orden de inmediato, poniéndose en cuatro, dejando su trasero frente a la vista de Jungkook.

El último nombrado dirigió sus manos a las esponjosas nalgas de Jimin y separandolas, dejando a su vista la fruncida y rosada entrada del peligris, la acaracio con suavidad, nuevamente oyendo los gemidos dulces de Jimin.

Miró el cajón que estaba a lado de su cama, sacando de allí, un bote de lubricante, abrió este, poniendo una cantidad entre sus dedos, y esparció el liquido viscoso en la entrada de Jimin, ingresó uno de sus dedos lentamente, sintiendo lo estrecho que era su menor.

Deseaba tanto entrar en el y joderlo tan duro, lo haría pronto, muy pronto.

Jimin soltó un gemido algo agudo, al momento de sentir la intromisión en su entrada, sentía una leve incomodidad poco después dejó de sentir aquello y el placer se hizo presente.

Un dedo más se adentro en el y en movimientos de tijeras comenzó a lubricarlo mucho más, y expandirlo para que así estuviera listo.

Los agudos gemidos del peligris llenaron de una manera mucho más fuerte la habitación.

—E-estoy listo, e-entra ya... p-por favor...

Habló entrecortado Jimin, deseaba sentír ya a Jungkook, deseaba sentirse llenado. Los dedos del castaño salieron del interior del peligris, acaricio su miembro y dirigió la punta de su miembro a la entrada del menor.

Adentró primero el glande y poco a poco fue adentrándose completamente en la estrecha entrada de Jimin.

—A-ah... K-Kook, hazlo, e-empieza, jodeme, c-con fuerza...

¿Y quien podría resistirse ante aquella petición? Obviamente, nadie y Jungkook no sería la excepción.

—Lo haré, claro que lo haré...

Tomó las caderas de Park con fuerza y arremetió con fuerza, oyendo el sonido chicloso al momento de entrar y salir del interior del peligris, también el sonido de sus pieles chocando con fuerza, una y otra vez.

Gruñidos, jadeos y gemidos era todo lo que se oía en aquella habitación en la que Jimin era jodido con mucha fuerza.

Ambos llegaron a su liberación y se acostaron uno al lado de otro.

Instintivamente Jungkook rodeo la cintura de Jimin, pegándolo a su cuerpo y vio como los ojos hermosos de color miel, cerrarse ante el cansancio. La cabeza del peligris, se apoyó en el pecho del mayor y cayó dormido.

Jungkook sonrió y dejó un beso en la frente de Jimin, para después cerrar sus ojos y caer dormido.

Jungkook sonrió y dejó un beso en la frente de Jimin, para después cerrar sus ojos y caer dormido

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