★♥✦❣

33 6 11
                                    


Había sido una noche cálida, a pesar de la nieve que caía afuera, tú dormiste en los brazos de ese hombre que te había rescatado de la tormenta.

Despertaron temprano en la mañana, él besó tu cabeza y luego se levantó a preparar el desayuno. En silencio te levantaste con él para ayudarlo, luego te vestiste y apreciaste tu belleza mientras tomaban un reconfortante café caliente.

—¿Irás a Blackwater?

—Debo hacerlo.

—Te llevaré —dijo mirándote a los ojos.

—Está bien, gracias —respondiste sintiendo mariposas en el estómago.

Él te hacía sentir bien, protegida y acompañada, en tan poco tiempo habías desarrollado por él varios sentimientos, que acaban en tristeza al saber que quizás nunca volverías a verlo.

Por ese motivo aprovechaste esas horas de desayuno que compartieron juntos, él te habló de la naturaleza y tú atendiste con entusiasmo, te gustaba como te hablaba y querías escucharlo por siempre.

Tú le contaste sobre tu familia y tu vida en Blackwater, cuando le preguntaste por su gente se quedó en silencio...

Sentiste su dolor y supiste que había perdido a alguien cercano muy recientemente, por ese motivo no volviste a preguntar y sólo lo acompañaste.

El tiempo pasó y el sol del mediodía apareció en el cielo derritiendo la nieve que cubría todo el lugar. Ambos se prepararon y partieron hacia tu destino: Blackwater.

Sobre su caballo te aferraste a él, sintiendo su calor y cuerpo fornido que tan bien habías conocido la noche anterior. Avanzaron en silencio, sintiendo la presencia del otro y pensando en que querían estar así de juntos por el resto de su vida.

Blackwater lucía tranquilo, la nieve no se había asentado tanto en aquel lugar. La gente realizaba sus actividades diarias y tú te bajaste del corcel del hombre que te tenía hipnotizada.

—¿Volveré a verte?

—No lo sé... Terminaré con mi trabajo en Ambarino y partiré hacia Saint Denis —respondió mirándote a los ojos.

—Yo siempre estaré aquí —dijiste rogándole con la mirada que volviera ti.

—Lo tendré en cuenta —dijo.

—Adiós, Charles.

—Adiós, T/N.

Así, luego de una larga despedida donde no dejó de mirarte, finalmente se marchó por el mismo camino por donde te trajo. Tú lo viste partir en su corcel y luego caminaste por las calles empedradas hasta tu hogar.

—¿Volveré a verte otra vez? —murmuraste pensando en sus labios. 

Esta parte es más corta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esta parte es más corta... Pero van a tener reencuentro :D


Tormenta de nieve [Charles Smith y tú] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora