Por generaciones los Weasley habían pertenecido a la casa de los valientes de corazón, a Gryffindor. Pero con la llegada de Tassia Weasley a Hogwarts pareció que ella llegó para ir en contra de todo lo que en su familia había sido por décadas.
¿Que...
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— LA DECISIÓN DEL CALIZ —
Halloween habia llegado, y con ello toda la emoción que conllevaba el torneo de los tres magos, ese día el cáliz arrojaría el nombre de los campeones.
– El guapo de Cedric Diggory coloco su nombre – decia Daphne mientras miraba en direccion del tejón. – ¡Me miro! Es obvio, le gusto, ¿quién se puede resistir a todo esto?
– Yo – Draco se señalo a si mismo y Daphne volteo a verlo irritada. – ¿Que?
– En algún momento debiste estar enamorado de mi – la rubia miraba hacia su amigo y el negó.
– No, rotundamente no. Jamas te he mirado de otra manera – Draco decía muy seguro y Daphne hizo un puchero.
– Solo espero que Cedric no tarde en invitarme a salir – Daphne dirigió nuevamente su mirada hacia el tejón. Tassia sintió que Draco la comenzó a mover del brazo.
– ¿Que quieres? – pregunto la pelirroja.
– Potter esta mirando hacia aquí – comenzó a hablar Draco. – Me mira de manera sospechosa y...
– ¿Y que? – Tassia pregunto al notar que Draco había dejado de hablar.
– Viene hacia aquí.
Tassia no tuvo oportunidad de responder ya que Harry habia llegado a su lado, la chica le sonrio y el hizo lo mismo. Draco fingió una arcada y después se acerco a Daphne para darle un leve golpe en la cabeza y salir corriendo de ahí, mientras la chica Greengass lo seguía.
– ¿Quieres salir a caminar? – preguntó Harry y la pelirroja asintió, ambos se tomaron de la mano bajo la atenta mirada de todos salieron.
A pesar que ya llevaban un tiempo siendo novios pues aun no parecían acostumbrarse el resto de habitantes del castillo de ver al niño que sobrevivió bajo los encantos de la chica Weasley. También, era extraño ver a una Slytherin y un Gryffindor juntos, no solo siendo amigos, sino, que es aun mas extraño ver una pareja así.
Los jardines del colegio se encontraban desiertos, debido a que todos se encontraban espectando quien se animaba a echar su nombre en el cáliz, pero para Tassia y Harry no era muy importante, no les interesaba tener mas atención sobre ellos.
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La hora del banquete había llegado, todos en el gran comedor estaban ansiosos por conocer la decisión del cáliz de fuego. Tassia se echaba pequeñas miradas con Harry mientras ambos se deleitaban con toda la comida que había en sus respectivas mesas.
– Tal y como había dicho – comenzó a hablar Daphne. – Cedric Diggory se acerco a mi.
– ¿Que te dijo? – Pregunto Draco mientras dejaba los cubiertos que estaba utilizando sobre la mesa.
– Me pregunto donde se encontraba la oficina del profesor Snape – respondió Daphne muy segura y Draco había comenzado a reír. – ¿Que?
– Daphne, ¿crees que todo el mundo esta interesado en ti? – pregunto el platinado.
– Es obvio – respondió la rubia y miro a su amiga pelirroja. – ¿Verdad que si, Sia?
Tassia dejo de mirar a Harry para voltear hacia Daphne y asintió. – Claro.
Daphne sonrió y miro a Draco, el platinado carraspeo, preparandose para hablar. – Solo te dice que si por que son amigas, si fuera lo contrario, Tassia te bajara de la nube.
Daphne tomo un pedazo de pan y se lo arrojo a Draco, a quien golpeo en la cabeza. Draco volteo y miro a la rubia, así que tomo un pedazo de pastel y le atino en el rostro a Daphne, en ese punto Tassia no podía evitar mostrar la sonrisa que tenia en su rostro.
– ¿Podrían comportarse? – Tassia les pregunto tratando de ocultar una sonrisa antes de decir lo siguiente. – Me avergüenzan ante la sociedad.
Los tres soltaron unas bromas mas y después comenzaron a degustar la deliciosa cena, a pesar de que el día anterior también había sido la misma variedad de comida, el trio no se enfadaba ya que a los tres les encantaba comer y jamas le harían un desplante a un banquete como los que ofrece Hogwarts.
Mientras, Draco, Daphne y Tassia se tomaban su tiempo para comer, el resto no, parecía que se metían mucha comida a la vez y es que les generaba curiosidad conocer a los que representarían cada colegio de magia que se encontraba presente.
Después de que todos habían quedado llenos y satisfechos fue que el cáliz parecía estar listo para lanzar los pergaminos, así que después de unas palabras del viejo Dumbledore fue que el primer pergamino salió.
– ¡El campeón de Durmstrang es...! – Dumbledore hizo una pausa antes de revelar el nombre. – ¡Viktor Krum!
El vitoreo de los búlgaros mezclado con algunos ingleses se escucharon, la voz de Igor sobresalió de la mayoría.
– ¡Sabia que serias tu, Viktor! – decía el director de Durmstrang mientras aplaudía complacido.
Viktor, igual de hosco y con aquel aspecto torpe, se puso de pie y después de darle la mano a Albus fue que desapareció por la puerta detrás de la mesa del profesorado. Se hizo de nuevo el silencio, así que, el cáliz lanzo el siguiente pergamino.
– ¡La campeona de Beauxbatons es Fleur Delacour! – anunció Dumbledore y una chica con una melena dorada preciosa se puso de pie y con paso elegante se acerco hasta el director y todos pudieron apreciar como varias chicas de dicha academia soltaban a llorar. Tassia y Daphne se vieron entre si, claramente pensando lo mismo.
Dumbledore tomó nuevamente el que supuestamente seria el ultimo pergamino que lanzaría el cáliz, todos precian ansiosos de saber quien representaría a el colegio escocés en el torneo. El viejo director parecía complacido con la decisión del cáliz y después de unos largos segundos hablo.
– ¡El campeón de Hogwarts es...! – de nuevo aquella pausa para generar ansiedad. – ¡Cedric Diggory!
Los tejones y varios alumnos de distintas casas comenzaron a aplaudir mientras gritaban, el bullicio era aun mayor que con el resto de los campeones y la celebración se postergo unos segundos mas antes de que Dumbledore volviera a tomar la palabra.
– Perfecto, ya tenemos a nuestros campeones y ahora ellos recibirán indicaciones de...
Las palabras de Albus se vieron interrumpidas cuando el Cáliz de nuevo tomo aquel color rojo y para sorpresa de todos lanzaba un nuevo pergamino. El director de Hogwarts, notablemente desconcertado, lo tomo y lo abrió.
– ¡Harry Potter! – exclamo el viejo mago y Tassia dirigió su mirada hacia su novio que parecía decirle a Ron y Hermione que no tenia idea de lo que estaba pasando.
Harry se negaba a ponerse de pie y Hermione lo empujo ocasionando que el chico casi cayera, ya que se había tropezado con su propia túnica. La pelirroja había tratado de hacer contacto visual con su novio antes de que entrara a la habitación pero no logro aquello.
